martes, 13 de octubre de 2009

LA ECONOMÍA VENEZOLANA ENTRE 1999 Y 2008

LA ECONOMÍA VENEZOLANA ENTRE 1999 Y 2008
Por Luciano Wexell Severo1
La profunda crisis de los últimos años del siglo XX abrió cauce a nuevos intentos de proyectos autónomos para la solución de los problemas nacionales en diversos países de América Latina. En un escenario de contestación a los programas desnacionalización y des-industrialización del FMI y el Banco
Mundial, en diciembre de 1998 los venezolanos apoyaron la candidatura de Hugo Chávez y su Polo Patriótico. La elección presidencial representó nada más que el resultado de un proceso histórico, que desde la perforación de los primeros yacimientos petroleros había beneficiado a las compañías extranjeras y a una reducida élite, en detrimento de la inmensa mayoría de la población.
Surgió, exactamente en Venezuela, un nuevo movimiento continental y “tercermundista” en defensa de la independencia, la soberanía, la autodeterminación y la integración latinoamericana caribeña. En pocos años, en diversos países de América Latina, emergieron movimientos populares de gran magnitud,en oposición a las políticas neoliberales. Se levantaran en el continente olas transformadoras muy fuertes,
desde las entrañas de los pueblos. Dichos movimientos lograron derrocar presidentes neoliberales y elegir líderes progresistas, nacionalistas e integracionistas.
Según José Luís Fiori (2001, p.7), “Al empezar el siglo XXI, aumentan las señales, en América Latina,de una reversión de la hegemonía neoliberal, que asfixió la creatividad intelectual y aprisionó el pensamiento político y económico de las élites latinoamericanas durante la década de noventa. La nueva crisis, que se alastra por el continente, rescata y restablece en la agenda académica el viejo problema del
desarrollo y de la identidad económica, política y cultural de la periferia capitalista”. Continúa: “El actual regreso de problemas ampliamente debatidos desde el final de la II Guerra Mundial y la desautorización progresiva de las ideas que formaron el mainstream económico y político durante las dos últimas décadas
[ochenta y noventa] nos remeten nuevamente a una otra tradición intelectual, la del pensamiento crítico latinoamericano y, dentro de ese pensamiento, a sus dos raíces más importantes: el estructuralismo y un cierto marxismo que se distanció, en la década de cincuenta, de las tesis y directrices oficiales de los partidos comunistas”.
Las principales medidas del nuevo gobierno, tanto en el campo económico como en el campo social,han sido en el sentido de corregir las históricas distorsiones estructurales y refundar el país. Siguiendo por ese camino habrá –como efectivamente ha ocurrido desde 1999– enfrentamientos frontales e irremediables con los sectores privilegiados. Cualquier cambio para mejor pasa, obligatoriamente, por la ruptura con el injusto estado de cosas. Por ese motivo, desde la toma de posesión, el gobierno de Hugo Chávez ha enfrentado situaciones políticas y económicas muy desfavorables, generadas por la alianza entre los intereses internacionales –sobre todo estadounidenses– y la oligarquía criolla.
1 Egresado en Ciencias Económicas por la Pontifícia Universidade Católica de Sao Paulo (PUC-SP) en 2003. Ha trabajado en Venezuela, entre los años 2004 y 2008. Es Alumno de Maestría en Economía Política Internacional en la Universidade Federal de Rio de Janeiro (UFRJ). lws@ufrj.br. El presente trabajo contiene algunos fragmentos del libro “Economía Venezolana (1899-2008): La lucha por el petróleo y la emancipación”, del mismo autor, publicado por la Fundación Editorial El Perro y la Rana, Caracas, 2009.

1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008*
-6,0% 3,7% 3,4% -8,9% -7,8% 18,3% 10,3% 10,3% 8,4% 5,6%
Variación Anual del Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela (1998-III trim2008) Fuente: BCV
Según los datos del Banco Central de Venezuela, en los últimos nueve años el PIB ha acumulado tres fuertes caídas (el -6,0% en 1999, el -8,9% en 2002 y el -7,8% en 2003) y seis elevaciones (dos suaves: el 3,7% en 2000 y el 3,4% en 2001; y cuatro fuertes: el 18,3% en 2004, el 10,3% en 2005, el 10,3% en 2006 y el 8,4% en 2007). Hasta el mes de septiembre de 2008, es decir, hasta el tercer trimestre, el crecimiento del
PIB acumuló un 5,6%. Se puede decir que entre 1999 y 2008 la economía venezolana ha tenido cinco etapas distintas y claramente definidas2. El presente trabajo está dividido en partes que se proponen analizar separadamente esos períodos. En cada una de las etapas se ha verificado diferencias considerables en la dirección de los instrumentos de política económica: no existió una forma única de adopción de esas
acciones; cambiaron conforme las circunstancias. Algunas veces fueron establecidas por decisiones consecuentes del propio gobierno, otras como respuesta a las reacciones de la oposición.
Dichos períodos son los siguientes: 1) La toma de posesión, en febrero de 1999, mediante un escenario económico, político e institucional bastante desfavorable interna y externamente; 2) La adopción de medidas intervencionistas y políticas más desarrollistas a partir del segundo semestre de 1999; 3) El golpe de Estado y el sabotaje económico, llevados a cabo por la élite asociada a los intereses
transnacionales, entre el cuarto trimestre de 2001 y el tercer de 2003, como respuesta al avance del Estado sobre la economía y la industria del petróleo; 4) La reactivación económica a partir del cuarto trimestre de 2003, desde un nivel bastante superior al anterior: el Estado pasó a interferir más decisivamente en los
temas económicos (Banco Central, políticas públicas y, lo más importante, PDVSA); 5) La siembra del petróleo y el avance “rumbo al socialismo”, el esfuerzo por un nuevo proceso de industrialización, el pago de la deuda social y la expansión del poder estatal sobre los sectores estratégicos de la economía.




La actual efervescencia de la economía venezolana es fruto directo, pero no exclusivo, de la expansión de los precios del petróleo hasta alcanzar un promedio de 135,2 dólares por barril tipo Brent en julio de 2008 (hasta finales de diciembre los precios habían caído para 43,4 dólares). El país acumula cinco años de permanente crecimiento. Obviamente los hidrocarburos son y continuarán siendo por muchos
En trabajos anteriores, (Severo, 2006 y 2007), se ha argumentado sobre la existencia de cuatro etapas. Sin embargo, la dinámica de la economía venezolana ha presentado una nueva fase a partir de diciembre de 2006 y las diferencias
entre las nuevas etapas solo se hicieron evidentes con el paso del tiempo.

A continuación, se presentarán cada una de las cinco fases o
etapas.
FASE 1: LA TOMA DE POSESIÓN EN 1999
En 1999, la coyuntura social, económica, política y moral de Venezuela era muy problemática.
Leyendo a Domingo Felipe Maza Zavala (2007) es posible empaparse con informaciones sobre la compleja situación de dependencia y sumisión a que el país fue sometido durante los años ochenta y noventa. La encrucijada y los obstáculos parecían invencibles, superiores a todo. La lectura de ese cuadro económico es una de las mejores maneras de interpretar el actual avance a tropezones rumbo a una Venezuela
independiente y productiva. Hace diez años, el barril de petróleo costaba 16,2 dólares, a precios constantes del año 2006, el nivel más bajo desde antes del boom de 19743. Por lo demás, existía un conjunto de leyes conservadoras que impedía la realización de las transformaciones propuestas por el proyecto bolivariano.
Las dificultades se imponían tanto en la coyuntura como en el campo estructural.
Frente a ese cuadro, las tres medidas iniciales del gobierno fueron: 1) estimular la creciente participación social en el sentido de modificar, siempre respaldado por referendos populares, a la Constitución Nacional y a las normas jurídicas elitistas vigentes; 2) articular internacionalmente, en el seno de la OPEP, el fortalecimiento de esa organización, los cortes en la producción diaria de petróleo (aunque
esa reducción perjudicaría el desempeño económico del gobierno en el corto plazo) y la elevación de los precios petroleros hacia niveles más justos; y 3) implementar el “Plan Bolívar 2000” –un megaproyecto de emergencia en el área social4. Aunque aisladamente dichas acciones no conformen una agenda de política económica, deben ser interpretadas como providencias de fundamental importancia para la economía de
Venezuela. El diseño de acciones gubernamentales estaba plasmado, de forma muy general, en el “Programa de Gobierno Revolucionario”, delineado antes del levante cívico-militar de febrero de 1992, en 3 Dicha situación les convenía especialmente a los países desarrollados, que poseen reducidas reservas de petróleo, producen muy poco y consumen la mayor parte del crudo mundial. En 2007, por ejemplo, los países de la OCDE, que detienen solamente un 7,1% de las reservas probadas de petróleo del planeta, han consumido un 56,9% del total. A su vez, Estados Unidos, que posee solamente un 2,4% de las reservas probadas mundiales, consumió un 23,9% del total.
4 Según informaciones oficiales, el personal de apoyo a dicho Plan llegó a 140 mil personas, especialmente integrantes de las Fuerzas Armadas, funcionarios públicos y desempleados. Los servicios fueran esencialmente de auxilio a las comunidades más necesitadas y beneficiaron cerca de seis millones de venezolanos. El proyecto, respaldado por los ministerios de la Defensa, Educación, Salud y Desarrollo Social, Finanzas e Infraestructura, fue dividido en tres etapas: asistencia urgente a la población en máxima exclusión social, organización de unidades de trabajo en comunidades marginalizadas y desarrollo de proyectos como erradicación de la miseria y educación masiva. El Plan Bolívar 2000 puede ser considerado como el embrión de las Misiones Sociales, que nacieron en el año 2004. Uno de los ejemplos de la relevancia de ese plan pudo ser comprobado en diciembre de 1999, cuando ocurrió el desastre del estado Vargas, violentamente afectado por lluvias e inundaciones que provocaron deslizamientos a lo largo de decenas de kilómetros. El trágico resultado fue el fallecimiento de miles de personas, así como la destrucción de la infraestructura física de la región. Conforme evaluó la CEPAL (2000), los costos materiales del desastre natural alcanzaron los US$ 3,2 mil millones, lo equivalente a un 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB).

La Agenda Alternativa Bolivariana (AAB), de 19945, y en el “Programa Económico de Transición 1999-2000”, presentado por Cordiplan. Aunque no aparezcan plenamente reflejadas en documentos oficiales, las propuestas de Hugo Chávez –disponibles en entrevistas concedidas a programas televisivos desde el año 1994– incluyeron: Asamblea Constituyente y nuevas leyes; estatización efectiva de PDVSA; fin de la
autonomía del Banco Central6, control de cambio, menores tasas de interés, mayores créditos y un nuevo sistema financiero público; utilización de las reservas internacionales para el desarrollo industrial y agrícola,lucha contra el latifundio y los monopolios; discusión sobre la deuda externa; democratización del acceso a
la educación en todos los niveles; entre otros. Es decir, mucho tiempo antes de llegar a Miraflores el presidente contaba con un conjunto de planes, previamente estudiados, que trataban de desatar los nudos de la dependencia y de rescatar el control nacional sobre la economía.
Sin embargo, según confirma el economista Wilson Cano (2001), los bajos precios del petróleo, la apatía del sector privado, la hostilidad del capital internacional y el poco tiempo entre la elección y la toma de posesión no permitieron que Hugo Chávez adoptara inmediatamente una política económica más intervencionista y progresista. El Presupuesto Nacional del año 1999 no fue debidamente aprobado por la Asamblea Nacional y para el ejercicio de 1999 se optó por la adopción del Presupuesto Nacional del año 1998. A su vez, la permanencia de Maritza Izaguirre, ministra de Finanzas del presidente anterior, durante los primeros nueve meses del nuevo gobierno, insinuaba que en el corto plazo no habría grandes cambios en la política económica. De hecho, se mantuvieron los compromisos con el FMI y se aplicó un ajuste que contribuyó para la mayor depresión del PIB en la década de los noventa (López Maya, 2006, p.158).
Ocurrieron cortes de un 10% en el gasto público y aumentos de los tributos8.
Conforme demuestran los datos del Banco Central de Venezuela, los resultados trimestrales de 1999 indicaron un sucesivo deterioro en los indicadores económicos. Hubo permanentes caídas del PIB en todos los trimestres: el -8,9% en el primero, el -8,7% en el segundo, el -4,3% en el tercero y el -2,0% en el cuarto.
Durante el año, el PIB cayó el -6,0%, el PIB per cápita bajó el -7,8% y la actividad económica se frenó en la mayoría de los sectores. Los resultados deben atribuirse esencialmente a la compleja situación económica heredada: el proceso de desinversión evidenciado desde principio de los años noventa y la baja cotización

La Agenda expresa parte de esas líneas de acción:
1) Papel del Estado,
2) Política Petrolera,
3) Propiedad y Gestión del Aparato Productivo,
4) Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología,
5) Deuda Externa, 6) Equilibrios Macroeconómicos,
7) Equilibrios Macro-sociales y
8) Dinamización de la Producción (Venezuela, 2007).

En diciembre de 1989 la tasa de interés activa había sido elevada a niveles estelares: el 45% al año. Peor aún, en abril de 1990 el directorio del BCV fijó la tasa de interés máxima anual en 60%. Según el entonces presidente del Banco, “no
se alterará la estrategia global del programa de ajuste macroeconómico instrumentado por el gobierno de Carlos Andrés Pérez” (Citado en Parra Luzardo, 2003, p.169). Es decir, mientras el BCV seguía las órdenes y los arbitrios de gobiernos neoliberales no existieron preocupaciones relacionadas con su “autonomía” o “no autonomía”. Sin
embargo, cuando un gobierno antineoliberal, desarrollista o revolucionario plantea que el BCV adopte medidas correspondientes a sus políticas, se establece un desmedido “caos”.

Eso ha generado una complicación adicional para el gobierno, ya que el Presupuesto del año 1998 fue elaborado en 1997, cuando el precio del barril de petróleo estaba un 33,2% más caro. De esa manera, el nuevo gobierno contó con recursos escasos, totalmente desvinculados de la realidad. Dichos impuestos pesaban esencialmente sobre la porción mejor remunerada de la población que, hasta entonces,pagaba menos o siquiera pagaba tributos. Hubo aumentos o readaptaciones en el Impuesto al Consumo Suntuario, Impuesto sobre la Renta, Impuesto al Debito Bancario e Impuesto sobre Ventas al por Mayor.
Además, es necesario recordar la campaña promocionada por los grandes medios de
comunicación de Venezuela, América Latina y del mundo en contra del presidente recién-elegido. El terrorismo mediático, impulsado por los grandes canales y periódicos privados financiados desde el exterior, creó una ola de desconfianza que estimuló la marcada salida de capitales, así como la reducción de las inversiones y las actividades productivas. El referendo sobre la nueva Constitución fue aprobado en abril de 1999 con el 87,7% (3 millones 630mil 666 votos). Posteriormente se convocó la elección de la Asamblea Nacional Constituyente para julio,cuando los partidarios de Hugo Chávez obtuvieron el 66% de los votos y eligieron el 90% de los
parlamentares. En diciembre del mismo año, el proyecto de Constitución fue sometido a un nuevo referendo y aprobado con el 71,8%, equivalentes a 3 millones 301 mil 475 votos. La abstención fue,respectivamente, del 62,3% y del 55,6%.
Entre las principales novedades de la Constitución de 1999 están: el nombre del país pasó a ser República Bolivariana de Venezuela; el Senado fue eliminado (así como el cargo de Senador vitalicio reservado para los ex-presidentes de la República) y se creó una Asamblea Nacional unicameral; el reemplazo de los titulares del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tribunal Supremo de Justicia, Promotoria Pública, Tesorería Fiscal y Corte Suprema pasó a darse a través de nuevas reglas, así como se establecieron procesos de selección y elecciones para juez del Tribunal Superior de Justicia; el Poder Moral fue establecido como fiscalizador de la administración pública, conformado por el Ministerio Público, la Controlaría General de la República y la Defensoría del Pueblo; el mandato presidencial fue ampliado para seis años, con posibilidad de una reelección; se creó la Vicepresidencia Ejecutiva, cuyo nombramiento es realizado por el presidente de la República; se estableció la posibilidad de suspensión de mandatos del Poder Ejecutivo después de cumplida la mitad del ejercicio –ese instrumento creó una oportunidad sin precedentes en el mundo para que una parcela insatisfecha de la población, un 20% de los electores, pueda convocar referendos con el objetivo de interrumpir mandatos y convocar nuevas elecciones; el Estado conservará la totalidad de las acciones de PDVSA; el régimen latifundista es contrario al interés social; los militares ganaron los mismos derechos electorales de los civiles; hay mayor posibilidad de expropiación de
la propiedad privada para su uso social; se reduce la jornada semanal de trabajo diario de 48 horas para 44 horas; se comenta sobre la posibilidad de adopción de una moneda común entre los países de América Latina y el Caribe.
A continuación, fueron convocadas para julio del año 2000 las llamadas mega-elecciones generales, ocasión en la cual Hugo Chávez fue nuevamente elegido, ahora bajo la Constitución de 1999, con el 59,8% (3 millones 757 mil 773 votos). El Polo Patriótico conquistó el 58% de los escaños de la Asamblea Nacional.
Los electores demostraron nuevamente su rechazo con relación a los partidos políticos tradicionales, que obtuvieron resultados bastante modestos: AD alcanzó 33 diputados (el 16,1% de los votos) mientras COPEI eligió seis (el 5,3%). Por primera vez en su historia, los dos partidos juntos alcanzaron solamente el 21,4% del total de votos. Con esos comicios se concluyó la prolongada agenda electoral con un saldo bastante positivo para las fuerzas de la Revolución: en menos de veinte meses vencieron cinco consultas populares.
Ya en el segundo semestre del año, parte considerable de las mudanzas institucionales propuestas por el gobierno estaba muy bien encaminada.
La restricción de la oferta de petróleo, sumada a los otros elementos que caracterizaron la política petrolera venezolana, elevó paulatinamente el precio de los hidrocarburos11. El barril alcanzó los 22,1 dólares en diciembre de 1999, a precios constantes de 2006, acumulando un alza del 36,2% en el año. La acción venezolana, además de lograr el aumento de los precios internacionales, garantizó el regreso de la OPEP al escenario geopolítico internacional. Frente a la nueva realidad, el gobierno pudo aumentar los gastos públicos para tratar de reactivar la economía paralizada.
FASE 2: MEDIDAS INTERVENCIONISTAS Y POLÍTICAS DESARROLLISTAS EN 2000 Y 2001
Debido al aumento de los precios internacionales del petróleo, al final de 1999 y principios del año 2000 ya era posible identificar un nuevo momento de la economía. El gobierno se dedicó a la reactivación de la producción nacional, estimulando la manutención de la trayectoria decreciente de la inflación. En marzo se divulgó el “Programa Económico del año 2000”, que presentó “acciones inmediatas para enfrentar la crisis”. Igualmente fueron anunciados nuevos planes sectoriales para agropecuaria, industria,infraestructura, construcción, turismo y petróleo. Por lo general eran muy superficiales, pero ya no hacían tanta referencia a privatizaciones e incluso apuntaban hacia una mayor intervención estatal. Se anunciaron inversiones en la ampliación y readaptación de líneas férreas, del metro de Caracas, la red de carreteras y transmisiones de electricidad. Además, se anunció la expansión de la capacidad de refino de petróleo, la adopción de mejores tecnologías en la petroquímica y la mayor explotación del gas natural (Cano, 2001).
Otro tema bastante discutido fue la revalorización de la agricultura, el aumento de la producción de alimentos y el desarrollo de actividades en pequeñas propiedades. Ganaron impulso los planes de ocupación del territorio venezolano, especialmente en el importante espacio aledaño a los ríos Orinoco y Apure.
Consta en informe de la CEPAL (2000, p.274), que “Venezuela ha atravesado por un cambio radical de su estructura política, económica e institucional en los últimos años. El punto inicial de las reformas estructurales fue la nueva Constitución, que entró en vigor en diciembre de 1999”. Una de las primeras decisiones del gobierno fue disminuir la producción nacional de crudo (frenando la política de los gobiernos neoliberales), como parte de la estrategia –concertada con la OPEP– para elevar los precios internacionales del petróleo. Aunque los datos de producción informados por British Petroleum en 2007 sean distintos a los divulgados por PDVSA, las dos fuentes explicitan los cortes de producción de Venezuela a partir de 1999. Chávez visitó a diez países miembros de la OPEP: Argelia, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irak, Irán, Kuwait, Libia, Nigeria y Qatar. Tuvo encuentros, entre otros, con los presidentes Saddam Hussein (Irak), Muammar Gaddafi (Libia) y Mohamed Jatami (Irán), entre otros. Durante el viaje fueron establecidas las condiciones y las estrategias para recuperar los precios petroleros. Aunque México no integre la OPEP, igualmente aceptó la propuesta venezolana de no incrementar la producción de crudo. En septiembre del año 2000 fue realizado en Caracas un evento muy importante: la “II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países Miembros de la OPEP”.

La política fiscal expansionista estimuló la activación económica y el PIB creció en todos los trimestres: el 3,3% en el primero, el 3,6% en el segundo, el 2,3% en el tercero y el 5,4% en el cuarto. El alza acumulada durante el año 2000 fue del 3,7%. Pese a los buenos resultados, todavía no era posible hablar
en crecimiento sostenido. El país recién salía de la crisis: el PIB per cápita creció solamente el 1,8% y se mantuvo el -20,6% por debajo del promedio de los años setenta, el -9,5% por debajo del promedio de los años ochenta y el -5,6% por debajo del promedio de los años noventa.
Respaldado por los ingresos petroleros, el gobierno profundizó sus acciones a lo largo del año 2001.
En septiembre, el Ministerio de Planificación y Desarrollo (MPD) presentó las “Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007”. El Plan, basado en los “Cinco Equilibrios” (político, económico, social, territorial e internacional), propuso soluciones para problemas estructurales como la
disforme concentración de la renta, la mala utilización de las tierras agrícolas, la distorsión de la demanda y la oferta internas, la excesiva dependencia de los ingresos petroleros, la política internacional poco diversificada, entre otros temas. En noviembre, la Asamblea Nacional aprobó una Ley Habilitante, que
autorizó al presidente de la República a promulgar decretos con fuerza de ley y carácter de urgencia, facilitando la adopción de las reformas13. Poco tiempo después, el primer mandatario presentó un paquete de 49 leyes en temas estratégicos como: petróleo, gas, propiedad rural, sistema financiero, impuesto sobre
la renta, cooperativas, pesca, etc. Con esas medidas, empezaron a ser efectivamente amenazados los tradicionales intereses del imperialismo y la clase privilegiada. Estas medidas han caracterizado el auge del segundo momento de la economía venezolana durante el gobierno de Hugo Chávez.
Sin duda, lo más apremiante para el gobierno era la aprobación de la denominada “Ley Orgánica de Hidrocarburos”. Esa norma proponía la mayor recaudación de impuestos sobre las compañías petroleras, priorizaba la participación del capital nacional en el sector y garantizaba la soberanía nacional en las actividades de explotación, refino, industrialización, transporte, almacenaje, comercialización y conservación del petróleo (Lander; Maya, 2002, pp.185-187). La Ley de Hidrocarburos poseía cinco
objetivos claros: 1) Recuperar el papel central del Estado en el tema petrolero, a través del Ministerio de Energía y Minas (a partir del año 2005 convertido en Ministerio de Energía y Petróleo); 2) Aumentar los ingresos fiscales de origen petrolera, estableciendo el cobro del 30% de regalía para los hidrocarburos
líquidos y el 20% para el gas natural; 3) Fortalecer la OPEP y hacer con que Venezuela respetara los compromisos soberanamente asumidos con la organización, promocionando la recuperación de los precios internacionales; 4) Romper con las tendencias favorables a la privatización de PDVSA, garantizando en el
artículo 303 de la Constitución de 1999 que “por razones de soberanía económica, política e de estrategia nacional, el Estado conservará la totalidad de las acciones de Petróleos de Venezuela, S.A., o del ente. Según el artículo 203 de la Constitución de 1999, “Son leyes habilitantes las sancionadas por la Asamblea Nacional por las tres quintas partes de sus integrantes, a fin de establecer las directrices, propósitos y el marco de las materias
que se delegan al presidente o presidenta de la República, con rango y valor de ley”. Ese mecanismo también había sido adoptado durante los gobierno de Carlos Andrés Pérez, Jaime Lusinchi, Ramón J. Velásquez y Rafael Caldera.
creado para el manejo de la industria petrolera”; 5) Estimular la participación de empresarios petroleros
nacionales.
Aunque dicha Ley buscaba internalizar la utilización de los recursos provenientes de la exportación petrolera (representando lo que se considera una versión actual de la idea de “sembrar el petróleo” 14), de nada servía si el Estado no controlase efectivamente PDVSA. Es decir, antes que nada, era primordial que el Estado venezolano asumiera el control absoluto sobre la empresa, sus gastos, costos, contratos, convenios, inversiones y asociaciones internacionales. Exactamente en ese momento, los sectores conservadores salieron a manifestar su insatisfacción contra el gobierno.
En 2001, el ingreso nacional se mantuvo relativamente elevado pese a tres factores negativos: la caída de los precios del crudo (del 16,9% en relación al año 2000), los cortes de producción combinados con la OPEP y la crisis de la economía estadounidense (impulsada a partir de los acontecimientos del 11 de septiembre). Dichos ingresos permitieron que el gobierno mantuviera las políticas fiscal y monetaria expansionistas, adoptadas desde el año anterior. Fruto de eso, el PIB creció durante los cuatro trimestres: el 2,1%, el 3,7%, el 5,6% y el 2,1%. En el año, acumuló un incremento del 3,4%, con expansión de un 4,0% en la actividad no petrolera. Todos los sectores acompañaron el alza; la industria manufacturera se
expandió el 3,7% sobre el 5,1% del año anterior. El crecimiento de la economía caracterizó esa segunda fase, que abarca los años 2000 y 2001 prácticamente enteros. En total, fueron ocho trimestres en los cuales
el PIB creció un promedio del 3,5%. Se registraron caídas en el índice de desempleo, en el índice de precios al consumidor y en las tasas de interés; con el aumento del crédito, del consumo popular y del PIB per cápita (Severo, 2004). Venezuela llegó a ser considerada por dos años consecutivos como el país latinoamericano con la economía más pujante. Las previsiones de la CEPAL, de la Organización de Estados
Americanos (OEA) e incluso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el FMI y el Banco Mundial apuntaban que el país continuaría creciendo durante el año 200216.
14 Se ha tomado en cuenta que la expresión “sembrar el petróleo” –creada por Arturo Uslar Pietri o por Alberto Adriani– tiene, por lo menos, siete décadas de existencia y que hoy día no representa exactamente lo mismo que la propuesta originaria. Es conocido que en 1936 Venezuela era un país agrícola y la mayoría de su población vivía en el campo. Por lo demás, es natural suponerse que en aquel entonces las expectativas respecto al petróleo, a la agricultura y a la industrialización (así como las relaciones entre las tres actividades) fueran completamente distintas a
las actuales. Por fin, parece innecesario decir que la idea de “sembrar el petróleo” hoy contiene elementos particulares del siglo XXI –y de la Revolución Bolivariana en especial– que se imponen y se apropian plenamente de aquella expresión antigua. Es decir, la metáfora “sembrar el petróleo” sigue siendo bella y muy representativa. La
expresión continúa cargando en solamente tres palabras el gran desafío de Venezuela: utilizar sus recursos petroleros para impulsar el desarrollo económico, político y social.
15 En el mensaje de fin de año de Fedecámaras (2001), su presidente Pedro Carmona afirmó que: “Estas leyes van a contramarcha de lo que están haciendo otros países para atraer inversiones y generar riqueza. Cuando las naciones ya están saliendo de patrones estatistas y centralistas, Venezuela está entrando en un esquema más intervencionista y centralista”. En los años noventa, Carmona había sido presidente de Conindustria (1995-1997) y gran defensor de las medidas neoliberales.
16 En diciembre de 2001, durante la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en Isla Margarita, el presidente Chávez presentó la “Alternativa Bolivariana para as Américas” (ALBA), que posteriormente fue denominada “Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América”. Sin embargo, el ALBA surgió formalmente –la Declaración fue firmada por los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro. Sin embargo, fue muy dura la reacción de los sectores conservadores. Es visible que mientras las medidas gubernamentales permanecieron en el campo político-administrativo, el confronto entre gobierno
y oposición fue marcado por la prudencia, aunque casi siempre haya sido áspero. No obstante, la evidencia de que el gobierno buscaría romper con el modelo de dependencia externa y subordinación a las transnacionales –especialmente a través del control estatal sobre el petróleo– hizo que se iniciase una fuerte campaña de desestabilización económica: fugas de capital, especulación, evasión fiscal, repunte de la inflación y paros patronales. El estallido de insatisfacciones se dio exactamente a fines del año 2001, cuando se presentaron las leyes habilitantes como garantes de los cambios estructurales.
FASE 3: GOLPE DE ESTADO Y SABOTAJE ECONÓMICO EN 2002 Y 2003
En aquel momento empezó la tercera fase de la economía durante el gobierno Chávez; una batalla que duró casi dos años. Entre diciembre de 2001 y febrero de 2003, Venezuela vivió su más compleja crisis política. A la cabeza de la campaña opositora estaban la Embajada de Estados Unidos en Caracas, la alta gerencia de PDVSA, la FEDECÁMARAS, la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV), la Iglesia Católica
Apostólica Romana y los demás sectores oligárquicos y conservadores comprometidos con los intereses extranjeros.
En el mes de diciembre de 2001 ocurrió el primer “paro cívico nacional”. El segundo se dio en abril de 2002, pocos días antes del frustrado golpe de Estado orquestado por la CIA. El tercero paro ocurrió en octubre de 2002. El cuarto y
más intenso quedó conocido como “sabotaje petrolero”, realizado entre diciembre de La situación política volvió a complicarse en octubre y explotó en diciembre de 2002, cuando el gobierno decidió nombrar una nueva directiva en PDVSA. Lander y López Maya (2002, p.9) recuerdan que: “Alegando que se había violentado los criterios tradicionales de nombramiento de los integrantes de la directiva de PDVSA al no respetarse la ‘meritocracia’, terminaron por convocar un paro que fue respaldado
por las centrales sindical y empresarial (CTV y FEDECÁMARAS). La alta gerencia se muestra renuente a renunciar a las cuotas de poder que alcanzó con la Apertura Petrolera. No parecen dispuestos a aceptar que el centro de conducción de las políticas públicas petroleras vuelvan al Ministerio. La empresa ha llegado a ser ‘un Estado dentro del Estado’ y eso ahora con la reforma está en riesgo”.
Con el decidido apoyo de los grandes medios, algunas entidades convocaron paralizaciones nacionales y se declararon en “desobediencia civil”. El movimiento que caminó hacia una “huelga general” fue impulsado esencialmente por la clase patronal. Su objetivo supremo era que Chávez renunciara. No
tardó mucho para que la gerencia de PDVSA, ideológicamente sometida a los intereses foráneos, asumiera su rol.
Venezuela conoció por primera vez un racionamiento de combustibles. Los ciudadanos formaron colas quilométricas para comprar agua, alimentos, gas o gasolina. El PIB desmoronó el -8,9% en el año 2002, con caídas en todos los trimestres: el -4,4% en el primero, el -8,7% en el segundo, el -5,9% en el tercero y el -15,8% en el
cuarto. El sector industrial quedó prácticamente paralizado: había caído el -13,1% en 2002 y bajó el -6,8% en 2003. Conforme se ha comentado anteriormente, la actividad manufacturera venía encogiendo desde los años noventa; durante los años 2002-2003 llegó al fondo del pozo.
La situación era equivalente a una economía de guerra. La producción petrolera de tres millones de barriles diarios pasó a menos de 200 mil, frenando el
aparato productivo e induciendo el cierre de centenares de empresas. Al borde del colapso económico, en enero de 2003 el país fue obligado a importar petróleo. Los productos básicos desaparecieron y los precios saltaron barreras inimaginables.
Los números del Banco Central de Venezuela señalan que durante el primer y el segundo trimestres de 2003, el PIB cayó el -15,8% y el -26,7%, respectivamente. En el mismo período, el PIB petrolero desmoronó el -25,9% y el -39,5%. A su vez, el PIB no petrolero fue derribado en el -11,1% y el -17,8%. En total, fueron siete trimestres consecutivos de caída de la economía, casi dos años de graves tensiones.
Cayeron bruscamente el PIB per cápita, las reservas internacionales y la tasa de inversión como proporción del PIB. Se expandió el desempleo (20,7% en febrero de 2003)22, la inflación (32,4% en mayo de 2003) y las tasas de interés (37,1% en diciembre de 2002)23. La caída de la economía en 2003 fue del -7,7%; en
términos reales, tocó un nivel inferior al del año 1991.
Entre julio de 2001 y enero de 2003, las reservas internacionales cayeron de 20,1 mil millones de dólares para 13,8 mil millones de dólares (reducción del -30,1%). Para frenar la fuga de capitales y la especulación, el gobierno determinó la creación de la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), ente responsable por el control de cambio. A partir de entonces, se ha verificado el crecimiento acelerado de las reservas internacionales. Las pérdidas financieras del país (fuga de capitales, disminución en las exportaciones de PDVSA, importación de gasolina y daños a instalaciones y equipos) llegaron a aproximadamente 20 mil millones de dólares (Giordani, 2007).
La situación de insuficiencia extrema demostró claramente la dependencia venezolana de diversos bienes, estimulando el gobierno a empujar proyectos relacionados con la “soberanía alimentaria”. A mediados del año, se crearon algunas Misiones Sociales en las áreas de educación (Misión Robinsón), salud Hasta el momento de las conspiraciones, en 2002, el número de desempleados estaba cayendo. Dichas acciones
elevaron el desempleo para un 21% de la Población Económicamente Activa (PEA), unos 2 millones 300 mil venezolanos. En diciembre de 2002 y enero de 2003 siquiera se midió el índice de desempleo (por ese motivo, los gráficos que tratan del tema tienen dos espacios vacíos).
Después del momento más crítico (años 2002 y 2003), el comportamiento de las tasas de interés ha sido hacia abajo (hasta llegar a tasas reales negativas). Para Weisbrot y Sandoval (2008, p.23), las bajas tasas de interés, las políticas
fiscal y monetaria expansionistas, así como el control de cambio, han estimulado la reactivación y el posterior crecimiento económico.
(Misión Barrio Adentro) y capacitación para el trabajo (Misión Vuelvan Caras), incorporando a centenares de miles de personas de las clases más populares.
Una de las deformaciones heredadas del período neoliberal es el desprecio por el proceso histórico.
La visión de corto plazo, la razón del sistema financiero: virtual, atemporal, despegada de la realidad, ficticia. Esta podría ser una de las explicaciones para que “analistas” ortodoxos consideren al gobierno Chávez como el responsable por el cierre de empresas, el crecimiento del desempleo, la caída de la renta,
el aumento de la inflación, es decir, por los resultados negativos de la economía entre 1999 y 2003. A ese período han tratado incluso de rotular como el “quinquenio perdido” (Malavé Mata, 2006).
Frente a eso, es oportuno recordar: Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales de diciembre de 1998 porque Venezuela enfrentaba su más catastrófica crisis económica, política, social, institucional y moral, El país agonizaba como reflejo de la corrupción, el despilfarro y la perversidad de la IV República (1958-98). Es decir, un análisis serio –sea académico o informativo– puede constatar que, pese a los eventuales problemas y a todas las dificultades que surgen sobre la marcha, el actual gobierno no es el creador de los complejos problemas estructurales. Al contrario, el actual gobierno trata exactamente de corregir esas distorsiones generadas durante las últimas décadas (parece evidente que ésta es la interpretación de la mayoría de los venezolanos).
Sin embargo, lo más admirable es verificar que, en medio a la delicada crisis, muchedumbres salieron a las calles para defender el presidente. Esto ha sido muy interesante, ya que hasta entonces todavía no existían grandes beneficios económicos para la población. El apoyo popular parecía ser mucho más resultado de sus expectativas, de sus esperanzas y de su creencia en Hugo Chávez. Aunque el gobierno
fuera muy reciente, su principal líder había conquistado la confianza de amplios sectores populares desde el 4 de febrero de 1992. Frente al neoliberalismo, la acción popular se mostró muy distinta: entre los años 2000 y 2003 fueron derrocados los presidentes de Ecuador (Jamil Mahuad), Perú (Alberto Fujimori),
Argentina (Fernando de la Rúa, Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde) y de Bolivia (Gonzalo Sánchez de Losada).
FASE 4: LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA A PARTIR DE 2004
Pese al naufragio económico y social, el paro fue patronal, sin apoyo popular, y el gobierno no solamente resistió como ganó fuerzas para aumentar aun más su intervención sobre el sector petrolero: fueron exonerados de sus puestos cerca de 12 mil funcionarios de PDVSA (un 40% del total), debido a su participación en el sabotaje. Si después del golpe de Estado han quedado desmoralizados los sectores
conservadores de las Fuerzas Armadas, después de la sádica arremetida de los gerentes contra PDVSA. Hoy día existen por lo menos veinte misiones, entre las cuales las principales son: Misión Robinsón I, Robinsón II,
Misión Barrio Adentro, Misión Ribas, Misión Sucre, Misión MERCAL, Misión Identidad, Misión Negra Hipólita, Misión
Guaicaipuro, Misión Milagro, Misión Zamora, Misión Vuelvan Caras, Misión Ciencia, Misión Árbol, Misión Cultura,
Misión Hábitat, Misión Madres del Barrio, Misión Miranda, Misión Piar y Misión Villanueva.
25 Según números oficiales de PDVSA (2008, p.28), la empresa tenía, en Venezuela y en el exterior, 45.683 empleados
en 2002 y pasó a tener 33.998 en 2003. Posteriormente, ese número fue creciendo año tras año: en 2007, eran 61.909
empleados. A su vez, el número de contratistas disminuyó de 22.967 en 2002 para 15.383 en 2007.
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demostró su carácter antinacional. Para sorpresa de la llamada “meritocracia” de PDVSA, la producción de
petróleo se fue recuperando poco a poco a lo largo del año, hasta normalizarse a niveles cercanos a los 3
millones de barriles diarios. Ya en el tercero trimestre de 2003, empezó la reactivación: el PIB creció el 8%
sobre la caída del -15,8% del año anterior. Dicha recuperación fue producto de la efectiva nacionalización
de PDVSA, la adopción del control de los precios de los productos básicos y del control de cambio. Esa es la
cuarta etapa de la economía durante el gobierno de Hugo Chávez. Para comprender verdaderamente la
magnitud de la recuperación es necesario interpretar la dimensión de los desastres de los años 2002 y
2003.
En agosto, se realizó el histórico referendo popular con el objetivo de indagar si la población
deseaba o no que Chávez concluyera su mandato26. Conforme se ha comentado anteriormente, el
mecanismo, inédito en el mundo, es fruto de la Constitución de 1999. Con una tasa de abstención muy
baja, el presidente fue ratificado en su cargo con el 59,1%, equivalentes a 5 millones 800 mil 629
ciudadanos que votaron por el “No” (la abstención fue una de las menores de la historia, un 30,1%).
Después del triunfo se dieron condiciones muy favorables para acelerar las transformaciones. Algunos
ejemplos de ello son: el fortalecimiento de las Misiones Sociales, la profundización de las alianzas
estratégicas internacionales y la creación de estructuras como los Ministerios de Economía Popular
(MINEP), Industrias Básicas y Minería (MIBAM), Industrias Ligeras y Comercio (MILCO) y Alimentación
(MINAL). En diciembre de 2004, fueron realizadas elecciones regionales que resultaron en otra expresiva
victoria de la Revolución: el 91,3% de las gobernaciones (21 de los 23 estados) y el 68% de las alcaldías del
país (incluyendo la Alcaldía Metropolitana de Caracas, el llamado Distrito Capital)27.
La economía ha presentado resultados muy positivos durante todos los trimestres: el 36,1% en el
primero, el 13,1% en el segundo, el 15,7% en el tercero y el 12,9% en el cuarto. La oposición y sus medios
comunicacionales han tratado de minimizar la recuperación económica, insistiendo en la falsa idea de que
solo estaba ocurriendo un “rebote estadístico” (Severo, 2004). En total, el PIB creció el 18,3% y volvieron a
activarse con fuerza sectores como construcción civil, comercio e industria manufacturera28.
En 2005 ya era evidente el avance de la economía. Según números del Instituto Nacional de
Estadísticas, el desempleo cayó del 17% para el 13,5% y la renta del trabajador acumuló un alza del 14%.
Después de décadas de rapiña y despilfarro, de privatización y desnacionalización, el Estado pasó a utilizar
los recursos petroleros para financiar la transformación de la economía rentista e importadora en
26 La pregunta del Consejo Nacional Electoral (CNE) era: “¿Está usted de acuerdo con dejar sin efecto el mandato
popular, otorgado mediante elecciones democráticas legítimas al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, como
presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el actual periodo presidencial?”.
27 Posteriormente, cinco gobernadores de estado han abandonado su posición original y han pasado a la oposición. Es
decir, a partir de mediados de 2007 las fuerzas bolivarianas controlaban 17 de los 23 estados. Conforme será
analizado a continuación, en noviembre de 2008 ocurrieron nuevas elecciones regionales, en las cuales, nuevamente,
el gobierno ha ganado de forma aplastante: un 77,3% de las gobernaciones y un 81% de las alcaldías.
28 Bajo el estimulo del gobierno Chávez, el proceso de integración regional continuó avanzando de forma acelerada. En
diciembre de 2004, en Cuzco (Perú), fue creada la Comunidad Sudamericana de Naciones, integrada por doce países:
los miembros del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), de la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia,
Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), además de Chile, Guyana y Surinam.
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productiva y generadora de mercado interno. Por lo demás, PDVSA, así como otras importantes estatales,
pasó a impulsar el combate a la pobreza, transfiriendo sus estructuras físicas y miles de millones de dólares
para áreas sociales y actividades no petroleras.
Durante aquel año el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT)
lanzó una importante campaña llamada “Plan Evasión Cero”. En medio de los festejos del carnaval, por
ejemplo, fueron multadas y cerradas durante tres días todas las ochenta tiendas de la cadena McDonald´s
en el país. Además, el gobierno sancionó las empresas Hipermercados Makro, Hewlett Packard y Kodak por
infracciones fiscales y manipulaciones contables. También fueron lacrados por dos días los 34 centros de
distribución y las cuatro fábricas de Coca-Cola por irregularidades en libros-caja y documentos como el
Registro de Identificación Fiscal –RIF (Severo, 2005). En los últimos años el SENIAT ha pasado por un
profundo proceso de modernización, especialmente en las aduanas e instalaciones portuarias, fortalecidas
con equipamientos e instrumentos de última tecnología. Como en Venezuela históricamente las grandes
empresas no pagaban impuestos, la medida ganó apoyo popular y adquirió un significado más allá del
beneficio económico29.
En julio se aprobó una reforma de la Ley del Banco Central de Venezuela (BCV), determinando el
establecimiento anual de un techo para las reservas internacionales: todo lo que esté por encima del
monto determinado debería pasar al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN), que ha servido para empujar
planes estratégicos en sectores como industrias básicas, industrias ligeras, agricultura, petróleo, gas,
infraestructura, transportes y vivienda, entre otros30.
Dentro de estos lineamientos se han creado iniciativas cuyos proyectos están en plena marcha, como
las nuevas refinerías de petróleo, aserraderos de madera, plantas de cemento, de laminación de aluminio y
de pulpa y papel, una siderurgia para la producción de aceros especiales, la fábrica de tubos sin costura, las
plantas de rieles y de concentración de mineral de hierro, puertos, aeropuertos, puentes, líneas de metro,
ferrovías, carreteras, termoeléctricas, hidroeléctricas, gasoductos, tendidos de fibra óptica (telefonía fija,
telefonía celular y red de Internet), redes de distribución de agua, entre otros. En el caso de las empresas
mixtas, el Estado controlará por lo menos el 51% de su capital, aunque muchas serán concretadas a través
29 En los centros comerciales era posible encontrar carteles del SENIAT pegados en las puertas de vidrio de algunas
tiendas: “Clausurado por x días por incurrir en ilícito formal tributario” o “Clausurado por x días por violar los derechos
laborales de los trabajadores”.
30 Desde su creación, se ha transferido al FONDEN exactamente 21.818 millones de dólares: 1.500 en el 2005, 6.800 en
el 2006, 6.700 en el 2007 y 6.677 millones de dólares en 2008. Según informó el presidente en su Mensaje Anual a la
Nación, “cuando el petróleo se disparó por encima de 100 dólares, yo fui el primero que dije: ‘hay que crear una
contribución especial’, porque eso es lo que llaman ganancia súbita. Bueno, fíjense, producto de esos meses del año
2008, en los cuales el petróleo llegó hasta casi 130 dólares el barril, el venezolano, nos quedaron en el FONDEN, 5.730
millones de dólares (Chávez, 2009, p.86). La CEPAL afirma que “en abril de 2008 se promulgó la ley de contribución
especial sobre precios extraordinarios del mercado internacional de hidrocarburos, en virtud de la cual las empresas
petroleras deben pagar una contribución al Estado si los precios del petróleo exceden los 70 dólares por barril de
crudo Brent. El pago de este tributo se hará de acuerdo con dos alícuotas: las empresas deberán abonar un 50% de la
diferencia de precio por barril de crudo cuando este supere los 70 dólares y un 60% cuando sobrepase los 100 dólares.
La liquidación de este impuesto no se hará en bolívares, sino en divisas, y los recursos obtenidos se destinarán al
Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN)”
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de asociaciones estratégicas con otros países o con inversionistas privados, nacionales o extranjeros. La
meta ha sido estrechar relaciones especialmente con las naciones latinoamericanas, obedeciendo a la
orientación de volcarse para el Sur: construir el ALBA, ampliar y fortalecer el MERCOSUR31. Aparte de eso,
la política externa venezolana ha creado fuertes lazos con grandes países que actúan fuera de la órbita
regional. Desde 1999 es notorio el esfuerzo de Venezuela para asumir una posición más soberana en el
escenario internacional. El país abandonó la condición de apéndice de Estados Unidos y adoptó una política
exterior claramente autónoma, latinoamericanista y tercermundista: apoyo a la OPEP, fuerte estímulo a la
integración regional, defensa de Cuba y su Revolución, denuncia de la ONU como institución fallida y lucha
por la ampliación del Consejo de Seguridad. Todo eso, además de los acuerdos tecnológicos, nucleares,
científicos, industriales, comerciales, sociales y militares con países como China, India, Rusia e Irán.
Como resultado directo de esas medidas, en 2005 el PIB ha crecido el 10,3%, con alzas en todos los
trimestres: el 8,7% en el primero, el 12,0% en el segundo, el 9,4% en el tercero y el 11,1% en el cuarto.
Al principio del mes de diciembre de 2005 fueron realizadas las elecciones parlamentarias. Frente a la
visible victoria abrumadora de las fuerzas bolivarianas, la oposición intensificó –a través de sus medios
comunicacionales– una feroz campaña en contra del poder electoral, el Consejo Nacional Electoral (CNE) y
sus reglas. Reivindicó la eliminación de las máquinas capta-huellas, exigió que se contaran los votos
manualmente uno a uno y casi pidió que se les regalaran 500 mil votos de ventaja antes de abrir la primera
urna. Conciente de su derrota y resuelta a no reconocerla, la oposición hizo otra maniobra inaudita: se fugó
de los sufragios, alegando inseguridad y falta de garantías de elecciones limpias. Después, los derrotados
acusaron al gobierno de concentrar el 100% de los diputados de la Asamblea Nacional, del Parlamento
Latinoamericano y del Parlamento Andino. El planeta entero testimonió esos acontecimientos. Fueron días
para recordarse de Pablo Milanés, cuando afirma que: “La historia lleva su carro y a muchos nos montará,
por encima pasará de aquel que quiera negarlo”.
Desde el principio de 2006, frente a la evidencia de otra victoria de Hugo Chávez en las elecciones
presidenciales de finales del año –y su permanencia en el poder por lo menos hasta 2013– la situación
política volvió a calentarse. El gobierno trató de fortalecer el papel del Estado en la economía, con mayor
poder para planificar e implementar políticas, buscando intervenir –con creciente participación popular– en
los principales medios de producción32. Internamente, el petróleo ha financiado la estructuración y el
fortalecimiento del mercado nacional, el llamado desarrollo endógeno, con un proceso soberano de
31 En noviembre de 2005, en la IV Cumbre de las Américas, realizada en la ciudad de Mar del Plata (Argentina), la
propuesta imperial del ALCA fue derrotada. Para ello, ha sido fundamental el trabajo de los presidentes y los cuerpos
diplomáticos de Argentina, Brasil y Venezuela, especialmente. Desde entonces, el ALCA ha desaparecido del discurso
hegemónico, que pasó a adoptar la forma fragmentada de los Tratados de Libre Comercio (TLC).
32 En Venezuela, existe un sector privado productivo conciente y nacionalista, que se ha sumado a los esfuerzos de
construir un país independiente y desarrollado. Pero indudablemente hay otro sector privado, beneficiado por las
políticas inflacionarias y corruptas de los gobiernos anteriores, que hoy se alza contra las medidas gubernamentales:
control de precios, control de cambio, fortalecimiento del SENIAT, etc.
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industrialización33 (distinto a la industrialización dependiente y asociada a las transnacionales, llevada a
cabo a partir de los años sesenta por Rómulo Betancourt y Nelson Rockefeller), la creación de nuevas
empresas básicas e importantes obras de infraestructura.
En ese punto, es importante tomar en cuenta las consideraciones de Celso Furtado sobre la
formación de un sistema económico nacional, que tendría tres condiciones indispensables: 1) la creación y
el fortalecimiento de ‘centros endógenos de decisión’ capaces de garantizar a la sociedad el poder de
ordenar el proceso en función de sus propias prioridades; 2) que ese proceso sea acompañado por una
creciente homogenización de la sociedad, abriendo cauce para la plena realización del potencial cultural
nacional; y 3) que la idea de “formación” se transforme en “voluntad colectiva” y en un poderoso proyecto
político capaz de transformar la agenda de prioridades nacionales (Fiori, 2001, p.47). Paulatinamente, los
recursos que antes habían sido canalizados para las compañías petroleras o hacia cuentas bancarias de la
élite privilegiada, fueron transformados en herramienta del Estado para combatir la pobreza y la economía
rentista, improductiva e importadora. Conforme se ha dicho antes, externamente, los recursos del petróleo
han sido utilizados como instrumento para la integración latinoamericana y caribeña34, así como para el
impulso a la construcción de un mundo multipolar. Venezuela ha asumido una nueva posición en sus
relaciones internacionales: intenta diversificar su producción y sus exportaciones; diversificar los orígenes y
los destinos del intercambio, no dependiendo comercialmente de un país comprador o un país proveedor35.
El permanente aumento de los gastos sociales en Venezuela acontece desde 1999 aunque el actual
gobierno haya recibido hasta 2004 mucho menos recursos por las exportaciones de petróleo que las cinco
administraciones anteriores: 26% del valor recibido en el primero gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-
33 Para Salvador de la Plaza (2006, pp.53-59), “de aquí que cuando se habla de industrias básicas, de industrialización,
tengamos que hacer la pregunta, ¿en beneficio de quién? Y, por tanto, para que la industrialización se realice en
beneficio de Venezuela, tengamos que plantear en acción concomitante, sincronizada, la destrucción de la estructura
atrasada y la acumulación en el interior del país de la riqueza que aquí se produzca –y defenderla–, a fin de que
podamos pasar de lo cuantitativo a lo cualitativo, es decir, a la estructura económica propia e independiente […] Un
país será tanto más independiente económicamente y, por tanto, más soberano, cuanto dentro de sus fronteras
existan minerales o yacimientos explotados por sus nacionales y en manos de ellos las industrias básicas,
principalmente las metalúrgicas”.
34 Para Celso Furtado, “la integración Latinoamericana y del Caribe solamente se justifica si es concebida como
definición de una política común entre Estados Nacionales. Y no como articulación entre grandes empresas
extranjeras que operan en la región” (Citado en Parra Luzardo, 2006, p.15). Según Héctor Silva Michelena (1973,
pp.21-24), “bien se sabe que la integración latinoamericana es una vieja idea bolivariana y de otros unificadores
posteriores. Pero esta idea fracasó ante la abierta oposición de las oligarquías exportadoras ligadas al mercado
capitalista mundial. La desintegración latinoamericana se consolidó en la época de la penetración imperialista. De esta
manera los países latinoamericanos quedaron convertidos en veinte compartimientos estancos, sin importantes
relaciones intrazonales, pero unidos cada uno directamente con las metrópolis europea o norteamericana [...] Es
necesaria la integración, pero la integración integradora y no la integración desintegradota que proponen las clases
dominantes latinoamericanas y Estados Unidos. Esta segunda modalidad desintegra los pueblos a la par que integra
los mercados más jugosos de cada país. La primera es la integración de los pueblos latinoamericanos que han de
luchar continentalmente por la liberación económica y por el desarrollo autónomo”.
35 A partir del año 2004, la Asociación Latinoamericana para la Integración (ALADI) sustituyó a Estados Unidos como
principal origen de las importaciones venezolanas. China y Brasil son los países cuya participación en las importaciones
venezolanas más ha crecido. En el caso de las exportaciones venezolanas, se destacan las vendas de petróleo para
China y para América Latina y Caribe (sobre todo a través de acuerdos de suministro a varios países en el marco del
ALBA, el acuerdo de cooperación energética PETROCARIBE, PETROSUR y los acuerdos bilaterales).
17
79); 35% del recibido en la gestión de Luis Herrera Campins (1979-84); 56% del recibido por Jaime Lusinchi
(1984-89); 49% del recibido en el segundo mandato de Pérez (1989-93); y 85% del segundo mandato de
Rafael Caldera (1994-98) (Venezuela, 2004). Durante aquel año, para recibir por las ventas petrolíferas los
valores reales equivalentes a 1974, el barril debería costar por lo menos 73 dólares y en realidad costaba
menos de 40 dólares. Aun así, el gasto social aumentó del 8,2% para el 13,6% del PIB entre 1998 y 2006. En
términos reales, el gasto social per cápita (que toma en cuenta el crecimiento demográfico) tuvo un alza del
170% en el mismo periodo. Por lo demás, si se toman en cuenta los aportes realizados por PDVSA, los
gastos sociales alcanzan el 20,9% del PIB y en términos per cápita representaron un incremento del 314%
sobre el año 1998 (Weisbrot & Sandoval, 2008, p.14)36.
La economía nuevamente creció en todos los trimestres: el 10,3% en el primero, el 9,4% en el
segundo, el 10,2% en el tercero y el 11,4% en el cuarto. En el total del año 2006, acumuló un alza del 10,3%.
La industria manufacturera creció el 9,7% y su participación en el PIB tocó el 17,1%. Se verificó una enérgica
activación del consumo: alimentos, vestimentas, calzados, materiales de construcción, medicamentos,
automóviles, etc. Fruto del recalentamiento de la economía y el surgimiento de algunos cuellos de botella,
a partir del mes de mayo de 2006, empezó a notarse una tenue presión sobre la inflación: el IPC37 acumuló
el 17,0% a finales del año.
En los comicios presidenciales de diciembre de 2006, Hugo Chávez fue candidato a la reelección.
Asumió el compromiso de incrementar las transformaciones y defendió avanzar por el camino del
“socialismo bolivariano”. Ocho años después de ganar las elecciones por primera vez, en diciembre de
1998, el presidente recibió el 62,8% de los votos, iguales a 7 millones 309 mil 080 de personas. Su principal
contrincante, el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, obtuvo el 36,9%38.
FASE 5: RUMBO AL “SOCIALISMO BOLIVARIANO” A PARTIR DE 2007
La expresiva victoria electoral ha dinamizado el proceso de cambios. A partir de los primeros meses
de 2007 el gobierno pasó a empujar una serie de importantes medidas. En el campo político, se estimuló la
36 Aunque la oposición insista que el incremento permanente del gasto público representa una tendencia insostenible
(pasó de 21,4% del PIB en 1998 para 30,0% del PIB en 2006), el aumento de los ingresos ha sido aun mayor (de 17,4%
para 30,0% del PIB en el mismo período), lo que garantiza la estabilidad y el equilibrio del presupuesto. El gobierno ha
calculado los Presupuestos Anuales utilizando como base un precio del petróleo mucho inferior al precio real (por
ejemplo, en 2005 estipuló el barril a 23 dólares cuando este costaba cerca de 41 dólares; en 2007, hizo lo mismo:
utilizó 29 dólares cuando el precio real era de 65 dólares. En 2008, pese a los elevados precios, estimó en 35 dólares).
Con eso, se han acumulado ingresos extraordinarios que son utilizados para aumentar las reservas y los gastos. Frente
a esa coyuntura, una caída de los precios del petróleo no generaría una crisis presupuestal, aunque pudiera provocar
la reducción del ritmo del crecimiento (Weisbrot & Sandoval, 2008, p.18). Es importante tomar en cuenta que en el
Presupuesto Anual 2009 se estimó el barril de petróleo a 60 dólares. Entre el 12 y el 16 de enero de 2009, el precio
promedio del barril tipo Brent fue de 44,4 dólares. Las expectativas del gobierno venezolano son de elevación hacia un
nivel cercano a los 75 dólares (Rodríguez Araque, 2008).
37 A lo largo del trabajo se ha utilizado el Índice de Precios al Consumidor del Área Metropolitana de Caracas (IPCAMC).
A partir de 2008, el BCV y el INE presentaron los primeros resultados del Índice Nacional de Precios al
Consumidor (INPC), con una metodología más sofisticada y precisa, capaz de obtener los resultados para diez áreas
metropolitanas y otras 74 localidades de Venezuela.
38 Rosales fue miembro del partido Acción Democrática (AD). En 1999 fundó la agrupación “Un Nuevo Tiempo”. El día
12 de abril de 2002, se dirigió al Palacio de Miraflores para firmar el decreto de posesión de Pedro Carmona.
18
creación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y fue convocado un referendo para una Reforma
Constitucional. En el área económica, las acciones más substanciales fueron: 1) estatizar empresas
estratégicas concentradas en manos de grupos extranjeros (algunas de ellas habían sido privatizadas
durante los años noventa), mediante el pago de indemnizaciones –caso de la C.A. Nacional de Teléfonos de
Venezuela (CANTV), y eléctricas como C.A. Electricidad de Caracas (EDC), Sistema Eléctrico del Estado
Nueva Esparta C.A. (SENECA), C.A. Electricidad de Valencia (ELEVAL) y C.A. Luz y Fuerza Eléctrica (CALIFE); 2)
avanzar efectivamente en la nacionalización de las principales riquezas del país (petróleo de la Faja del
Orinoco39, latifundios, minería –Reforma de la Ley de Minas, etc.); 3) crear unidades productivas bajo
control estatal y comunal (Empresas de Producción Socialista); 4) profundizar la reforma agraria y buscar
aumentar la producción agrícola40; 5) acelerar el nuevo proceso de industrialización pesada (sobre todo a
través del MIBAM, CVG y CONIBA); 6) intensificar la participación popular en la elaboración, control e
implementación de políticas públicas, a través de los Consejos Comunales; 7) transformar a las corruptas y
ineficientes estructuras del Estado (guerra al burocratismo y a la corrupción); 8) aumentar la producción,
reducir las importaciones de bienes de consumo final a mediano plazo y frenar el aumento de los precios41.
Nuevamente las reacciones de la oligarquía y el imperialismo fueron inmediatas, sobre todo en el
campo económico: el acaparamiento y la especulación (intensificados por algunos problemas en el control
39 Recientemente el presidente informó que “en el año 2008 se incorporaron a las reservas de crudo venezolana
certificada, 55.000 millones de barriles de petróleo, se incrementaron a la cantidad de reservas certificadas de
Venezuela, tanto en la Faja del Orinoco como en las áreas tradicionales. De esa manera nosotros llegamos a diciembre
de 2008 con unas reservas probadas, certificadas de 152.561 millones de barriles de petróleo. Cuando nosotros
llegamos al gobierno Venezuela tenía 80.000 millones aproximadamente de reservas probadas. Hemos pasado a
152.000, y sólo en el 2008 se incrementaron 55.000. Pero les digo algo, cuando terminemos en el 2010, la certificación
total hasta el último rinconcito de la Faja, estaremos en 316.000 millones de barriles, y Venezuela se convierte
entonces en el país con mayores reservas de petróleo de todo este planeta... ¿Se dan cuenta por qué tenemos que
fortalecer a Venezuela, cuidar a Venezuela? Ese es uno de los factores que nos coloca en el centro de la mira del
imperio y de los factores hegemónicos del capitalismo mundial del petróleo” (Chávez, 2009, p.87). Actualmente
Venezuela posee la sexta mayor reserva probada de petróleo del mundo, quedando atrás solamente de Arabia
Saudita, Irán, Irak, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos (British Petroleum, 2008).
40 Es importante decir que el Banco Central de Venezuela, en sus informaciones estadísticas sobre el Producto Interno
Bruto por Clase de Actividad Económica, aproximadamente desde el año 1999 no ha divulgado resultados de la
Agricultura. En medio al proceso de reforma agraria, sería natural que la producción se estancara, o incluso
disminuyera, durante los primeros años. Por lo demás, el fuerte crecimiento de demanda popular por alimentos –muy
expresiva durante los últimos años– ha generado la necesidad del país aumentar las importaciones, lo que
necesariamente representa un obstáculo para los productores nacionales. La página web del Ministerio de Agricultura
y Tierras tampoco divulga series anuales o informaciones detalladas sobre el tema. El órgano afirma simplemente que
“en 2008, la producción de alimentos en el país alcanzó la cifra record de 20 millones de toneladas, garantizando así la
soberanía alimentaria de nuestro pueblo”.
41 Entre 2003 y 2006, las importaciones venezolanas registraron crecimiento récord. Se aplicaron tres medidas:
Exoneración del IVA y los impuestos de importación para bienes de capital, sus partes y piezas; Incremento de
aranceles para bienes que registren producción nacional suficiente y para bienes de consumo suntuario; Actualización
de los listados de bienes prioritarios para el acceso a divisas de importación a través de CADIVI. Como resultado, las
importaciones de bienes de capital son las que más han crecido entre 2004 y 2007. Hasta el tercer trimestre del año
2008, es decir, el período entre los meses de enero y septiembre, se ha verificado una fuerte caída de las
importaciones de bienes de capital en términos absolutos (en dólares), porcentuales (variación hacia abajo) y relativos
(menor participación en el total importado).
19
de cambio –morosidad de CADIVI y los bancos privados para liberar las divisas de importación42– y en el
control de precios) han generado el desabastecimiento y el alza generalizado de los precios. Dichos
problemas ganaron mayores proporciones cuando estalló la crisis internacional de los alimentos
(aproximadamente en abril de 2008), resultado de la desenfrenada especulación financiera con las
commodities.
Aun en enero de 2007 los diputados de la Asamblea Nacional aprobaron en acto público, en la Plaza
Bolívar de Caracas, una nueva Ley Habilitante, que autorizó el presidente de la República a dictar, por un
lapso de dieciocho meses, decretos con rango, valor y fuerza de Ley en diversos ámbitos: económico, social,
financiero, tributario, ciencia y tecnología, ordenación territorial, seguridad y defensa, infraestructura y
energía. Esa es la segunda vez que ese mecanismo fue adoptado durante el gobierno del presidente
Chávez.
La economía nuevamente creció durante todos los trimestres: el 8,8% en el primero, el 7,6% en el
segundo, el 8,6% en el tercero y el 8,5% en el cuarto. El alza acumulada durante el año fue del 8,4%. Se ha
impulsado mucho a los sectores productivos, sobre todo a la industria manufacturera y a la construcción
(obras de infraestructura). Al contrario de lo que ocurrió durante los años setenta –cuando se malgastó el
dinero del petróleo y, además, se asumió una ilegítima deuda externa– hoy día los proyectos se realizan
con recursos propios. El Estado garantiza los recursos, sin endeudarse ni someterse a paquetes de
organismos financieros internacionales –de hecho, el FMI cerró su oficina en Caracas. Cabe decir que las
deudas públicas externa e interna han sido bastante reducidas como porcentaje del PIB. En 1998,
representaron el 25,5% y el 5% del PIB, respectivamente. En 2003, en medio del sabotaje económico,
alcanzaron niveles estratosféricos: el 29,7% y el 17,9% del PIB, respectivamente. En 2007, ya se veía la
reducción de ambas deudas: la externa (cerca de 52,9 mil millones de dólares, según la CEPAL) representó
el 12,0% y la interna el 7,3% del PIB, respectivamente. En 2007, la deuda pública total representó el 19,3%
del PIB43, bastante inferior a los niveles de 1989 (83,6%), 1995 (69,2%), 1999 (29,5%) y 2003 (47,6%). El
nivel actual es el más bajo de los últimos treinta años y uno de los menores de la región44.
42 Naturalmente hay muchas reclamaciones con CADIVI. Su principal función es controlar la salida de dólares del país,
sea para importaciones, gastos en viajes internacionales o remesas al exterior. Es decir, ayuda a proteger el nivel de
reservas internacionales. Por lo demás, debido a la sobrevaluación del bolívar, CADIVI actúa –junto al MILCO– como
órgano defensor del proceso de industrialización, estimulando las compras nacionales y restringiendo los dólares para
importaciones no prioritarias. A su vez, la tardanza de los procedimientos por parte de los bancos privados tiene
objetivos mucho menos nobles.
43 En su reciente Mensaje Anual a la Nación, el presidente afirmó que “aquí en Venezuela la deuda pública significa el
14,3% del PIB, en Estados Unidos significa cinco veces el PIB y esa es la economía que quieren presentar como el
modelo, por eso es que se está hundiendo esa economía, tendrán que sacar de no sé dónde para recuperarla y
además con ella hundiendo a medio mundo por la irresponsabilidad de aquellos gobiernos y del manejo económico
del capitalismo global”. Según la CEPAL, en 2008 la deuda pública venezolana representó el 14,0% del PIB.
44 Algunos intelectuales denominados “de izquierda”, inocentemente o no, han criticado al gobierno de Venezuela por
continuar pagando su deuda externa. No se han dado cuenta que el principal problema económico del país, el nudo
más complejo y más importante, es el poder del Estado sobre PDVSA. En esa batalla por el control del petróleo se
pasaron casi cinco años –de golpe de Estado, sabotajes y conspiraciones. Primero lo más importante, después lo
menos importante. Sin embargo, todavía hay quienes no entendieron esa cuestión y, basados en ese tipo de análisis,
sugieren que el gobierno venezolano no es “revolucionario” sino “reformista”.
20
Dando cumplimiento a lo establecido en la Ley de Hidrocarburos45, PDVSA asumió la mayoría
accionaria en los negocios petroleros con terceros: se eliminó la figura de los convenios operativos y
nacieron las empresas mixtas entre Venezuela y las transnacionales46. Aunque algunos sectores
nacionalistas contesten esa medida, considerando que hubo retroceso y no avance, el gobierno afirma
haber puesto fin a la “Apertura Petrolera” y haber consolidado su política de “Plena Soberanía Petrolera”.
Entre los beneficios de esa medida se pueden enumerar: la reducción de los costos reales de PDVSA en
cerca de 2,7 mil millones de dólares, entre 2006 y 2007, y el incremento de 40,4 mil millones de dólares en
la recaudación tributaria, entre 2002 y 2007 (PDVSA, 2008, p.56)47. Es decir, además del alza de los precios
internacionales del crudo, las medidas gubernamentales en materia petrolera han garantizado que cada día
más la mayor parte de los recursos se quede en Venezuela. Si entre 1998 y 2007 el precio del petróleo
aumentó cerca de seis veces, en el mismo periodo el ingreso petrolero para el Estado ha crecido cerca de
23 veces.
En diciembre de 2007, el gobierno sometió a referendo popular la Reforma Constitucional, que
proponía la modificación de 69 de los 350 artículos de la Carta Magna. Las principales transformaciones
sugeridas fueron: prohibición del latifundio y de los monopolios, fin de la autonomía del Banco Central,
disminución de la jornada laboral de 44 para 36 horas semanales, creación de un Fondo de Estabilidad
Social para los trabajadores cuentapropistas (taxistas, comerciantes, artesanos, etc.), ampliación de las
formas de propiedad (pública, social, colectiva, mixta y privada), democratización del acceso a las
universidades48, posibilidad de reelección presidencial por cuantas veces el pueblo desee, entre otros
45 “Las principales actividades de PDVSA están reguladas por la Ley Orgánica de Hidrocarburos, ley vigente desde el
año 2002, la cual fue modificada con el decreto de la Ley de Reforma Parcial de la Ley Orgánica de Hidrocarburos,
publicado en la Gaceta Oficial nº 38.443, de fecha 24 de mayo de 2006. En lo que concierne a las operaciones
relacionadas con gas, éstas se rigen por la Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos de septiembre de 1999 y su
Reglamento de junio de 2000” (PDVSA, 2007, p.12).
46 Según Weisbrot y Sandoval (2008, p.25), “en la primera ronda de re-negociación se llegó a un arreglo en 31 de los
33 contratos que estaban en discusión: solamente Total y ENI optaron por irse”. Posteriormente, “se renegociaron
asimismo los contratos de la mayoría de las demás empresas mixtas de riesgo compartido (joint ventures), y
solamente Exxon Mobil y ConocoPhillips anunciaron que habían rechazado la oferta del gobierno”. Dichos desenlaces
han abierto camino para la entrada de empresas petroleras estatales de países como Rusia, India, China y Brasil, entre
otros. La CEPAL apunta que “en mayo de 2008 se constituyó el Fondo conjunto chino-venezolano con aportes de
ambos gobiernos. Este fondo, que está destinado a financiar proyectos en el país, está constituido por 6.000 millones
de dólares (2.000 millones que aporta Venezuela y 4.000 millones que aporta China). El gobierno nacional
actualmente lleva a cabo gestiones para el establecimiento de un banco binacional ruso-venezolano”.
47 Dicho aumento puede ser disgregado de la siguiente manera: 30,2 mil millones de dólares por el incremento de la
regalía de 16,6% para 30%, pagado por PDVSA (año 2002); 5,3 mil millones de dólares por el incremento de la regalía,
de 1% para 16,6%, pagado por las asociaciones de la Faja (octubre 2004); 4,4 mil millones de dólares por la creación
impuesto de extracción (junio 2006); 483 mil dólares por el impuesto superficial (año 2003); y 50 mil dólares por la
creación del impuesto de registro de exportaciones (agosto 2006). En abril de 2008, se aprobó la Ley de
Contribuciones Especiales por precios extraordinarios, a través de la cual PDVSA transfirió al FONDEN 5.730 millones
de dólares durante el año (Chávez, 2009, p.86).
48 Así como en la mayoría de los países latinoamericanos, el secular subdesarrollo socio-económico ha promocionado
el subdesarrollo cultural y moral. El sistema educacional venezolano, profundamente excluyente, formó durante
muchas décadas a profesionales y gerentes con una concepción oligárquica, antinacional y antipopular. Ese es una de
las razones para el hecho de que, pasados diez años, el gobierno sea revolucionario aunque en algunas áreas el Estado
siga siendo reaccionario. Muchos directivos del actual gobierno tuvieron que abandonar sus funciones en las
Universidades para dedicarse a la administración. En algunos casos, sus puestos fueron ocupados por gerentes de
21
temas. La reforma fue una tentativa de aprovechar el elevado índice de popularidad del proyecto
bolivariano para quemar etapas. Aunque la propuesta haya sido derrotada (obtuvo el 49,3% contra el
50,7%), hasta julio de 2008 el gobierno pudo avanzar directamente vía Ley Habilitante en algunos puntos, a
través de la promulgación de 66 decretos con fuerza de Ley (Venezuela, 2008b)49. El día 9 de diciembre de
2007, 183 años después de la emancipadora Batalla de Ayacucho, fue constituido el Banco del Sur, otro
resultado concreto de las propuestas venezolanas de integración.
El 1º de enero de 2008 entró en vigor la llamada “Reconversión Monetaria”, que consistió en la
eliminación de tres ceros (000) del bolívar y en la alteración del nombre de la moneda venezolana para a
‘bolívar fuerte’ (Bs.F). A lo largo del año, el PIB trimestral continuó su crecimiento, aunque su tracción
visiblemente haya presentado menos fuerza: un 4,9% en primero, un 7,1% en el segundo y un 4,6% en el
tercero, acumulando, según el BCV, un 5,6% de alza hasta septiembre (los datos referentes al cuarto
trimestre de 2008 todavía no están disponibles). Se estima que actualmente es PIB venezolano asciende a
328 mil millones de dólares.
Durante aquel año, continuó en aplicación la política de rescatar para el control estatal los
patrimonios que fueron desnacionalizados durante los años noventa (caso de la poderosa Siderúrgica del
Orinoco –SIDOR y del Banco de Venezuela-Santander). Por otro lado, buscando combatir los monopolios
privados que han representado trabas en sectores clave de la economía, especialmente alimentación y
construcción civil (exactamente los sectores que arrastran hacia arriba la inflación), el gobierno adelantó la
estatización de tres cementeras: Cemex, Lafarge y Holcim50.
Analizando detenidamente el PIB, se nota que los subsectores que más crecieron hasta el mes de
septiembre fueron: comunicaciones, un 21,3%; construcción, un 7,6%; y comercio y servicios de reparación,
un 5,4%. A su vez, otros subsectores presentaron tasas más bajas: electricidad y agua, un 3,6%; transporte y
almacenamiento, un 3,5%; servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler. Durante los tres trimestres,
el subsector instituciones financieras y seguros presentó caídas, acumulando un -5,2% hasta la fecha. Otro
resultado importante es referente al subsector de la industria manufacturera: pese al mantenimiento de su
crecimiento por el vigésimo trimestre consecutivo, ha presentado fuerte desaceleración. El en tercer
trimestre creció solamente 0,3% y bajó todavía más su participación en el PIB, para un 16,1%, el porcentaje
más bajo desde el sabotaje petrolero.
Según el “Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe” de la CEPAL, “en 2008
PDVSA que salieron de la empresa después del Sabotaje Petrolero. La transformación del país en los próximos años
pasa por las universidades públicas: fortalecer a las nuevas y rescatar a las antiguas, históricamente controladas por la
oligarquía y el pensamiento hegemónico colonizado.
49 “En el marco de los poderes otorgados al presidente en virtud de la Ley Habilitante, en abril de 2008 el gobierno
anunció la nacionalización de las empresas cementeras que operaban en el país y de una importante empresa
metalúrgica. El 31 de julio el presidente anunció la nacionalización del Banco de Venezuela y promulgó decretos con
rango y fuerza de ley en las siguientes áreas: trabajo, producción y suministro de alimentos, defensa, planificación
económica, créditos agrícolas, turismo y desarrollo de la economía popular” (CEPAL, 2008).
50 Las dos últimas llegaron a un acuerdo y vendieron la mayoría accionaria de sus plantas, mientras la primera
empresa no aceptó la propuesta ofrecida por el gobierno y desencadenó a un proceso de “compra forzosa”.
22
cambió la evolución de algunas variables que habían incidido en forma significativa en el dinamismo de la
economía de la República Bolivariana de Venezuela a partir de 2003. Agregados como la formación bruta
de capital fijo, la liquidez monetaria y el crédito bancario mostraron una reducción en términos reales,
mientras que el gasto público se moderó considerablemente, también en términos reales… En igual
período, la demanda interna se desaceleró significativamente como resultado de la disminución de la
formación bruta de capital fijo”.
Respecto a la disminución en el ritmo de su crecimiento, es importante destacar dos argumentos:
1) la reducción ha sido planificada y anunciada hace muchos meses por el Ministerio de Planificación y
Desarrollo, que pretende mantener las tasas alrededor de los 5% o 6%, y 2) el buen nivel de crecimiento
actual se da pese a la incierta coyuntura internacional, generada por la crisis financiera. Naturalmente, se
espera que los impactos de la fuerte caída de los precios del petróleo empiecen a reflejarse sobre la
economía venezolana a partir del cuarto trimestre de 2008 y del primer trimestre de 2009. No obstante, es
importante repetir las palabras del ministro de Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque (2008): “La
Revolución Bolivariana no surgió porque tuviésemos precios del petróleo muy altos, ni se ha sostenido
principalmente porque hayamos tenido precios altos. Precisamente, el gobierno del presidente Hugo
Chávez se inició en un momento de profunda depresión de los precios del petróleo… De manera que la
Revolución Bolivariana ni comienza con precios altos del petróleo ni va a terminar porque bajen esos
precios”.
1999-2008: DIEZ AÑOS Y LO QUE FALTA
El gobierno del presidente Chávez cuenta con un Proyecto Nacional que posee líneas generales bien
definidas. La idea difundida por los grandes conglomerados de información de que en Venezuela hay una
economía artificial y miserablemente asistencialista, se trata de una quimera. Para Weisbrot y Sandoval
(2008, pp.3-18), “la opinión más generalizada sobre la expansión económica actual del país es que se trata
de una gran ‘bonanza petrolera’ estimulada, como en el pasado, por los altos precios del crudo, y que va en
camino a la ‘bancarrota’. Se cree que este futuro colapso económico será el resultado de una eventual
caída en los precios del petróleo, o de una mala gestión del gobierno en materia de política económica (…)
Muchos de esos pronósticos ofrecen muy pocos argumentos concretos para explicar específicamente qué
es lo que hará que la expansión llegue a su fin. [Por otro lado,] existe bastante evidencia contraria a esas
conclusiones”.
En Venezuela existen visiones de desarrollo de corto, mediano y largo plazos, inicialmente plasmadas
en el “Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007”. Actualmente, se trabaja con el
“Proyecto Nacional Simón Bolívar”, también llamado de “Plan Económico y Social de la Nación 2007-2013”
o “Primer Plan Socialista”51. Este prevé el impulso de iniciativas relacionadas con industrias básicas,
51 Aunque sus elementos generales todavía estén definidos de forma un poco etérea, ha sido modificado y fortalecido
sobre la marcha, a través de discusiones y reuniones de trabajo con diversos interlocutores políticos, económicos y
23
industrias ligeras, petroquímica, gasífera, turística, agricultura (sector aparentemente retrasado cuando
comparado con los demás), infraestructura y formación de recursos humanos. ¿Qué país posee un proyecto
de desarrollo bien definido para los próximos cinco o seis años? ¿De estos países, cuántos cuentan con
recursos financieros suficientes para ejecutar plenamente sus planes? ¿En cuántos hay un gobierno fuerte,
con decisión política y que cuente con el masivo apoyo popular? Lo más importante parece ser organizar las
acciones, cumplir efectivamente con los proyectos y aumentar la eficiencia de los gastos públicos:
aprovechar cada centavo para desarrollar más la capacidad productiva del país. Para eso ha sido creada la
Comisión Central de Planificación, en junio de 2007.
La siembra de petróleo se hace posible especialmente a través de por lo menos ocho mecanismos: 1)
modificación de la Ley de Hidrocarburos, aumento de la regalía cobrada por el gobierno a las compañías
petroleras (del 16,6% para el 30% y del 1% para el 16,6%, en el caso de la Faja del Orinoco) y
transformación de los convenios operativos en empresas mixtas; 2) adopción del control de cambio en
febrero de 2003, que aumentó las reservas internacionales de 14.860 mil millones de dólares para los
actuales 41,2 mil millones de dólares (20 de enero de 2009)52 y creó las condiciones financieras para la
aplicación de otras medidas; 3) la nueva Ley del Banco Central y la creación del FONDEN, que ya cuenta con
un monto de aproximadamente 15.000 millones de dólares; 4) nuevo enfoque del máximo órgano de
recaudación de tributos, el SENIAT, que entre 1999 y 2007 ha aumentado las recaudaciones totales como
porcentaje del PIB –impactando especialmente sobre las grandes empresas nacionales y las
transnacionales, históricamente morosas y evasoras de impuestos; 5) amplio plan de inversiones publicas
en la plataforma de industrias básicas, con su consiguiente efecto multiplicador y acelerador de la inversión
privada en sectores como el transformador de insumos básicos en productos de mayor valor agregado y
subministrador de partes para la industria; 6) aporte de PDVSA en 2007 de 13,9 mil millones de dólares al
desarrollo social del país, abarcando Misiones Sociales, Núcleos de Desarrollo Endógeno y Financiamiento
de proyectos del FONDEN, como mecanismo de emergencia para pagar la inmensa deuda social acumulada
durante décadas, disminuir el desempleo y combatir estructuralmente la inflación; 7) trabajo del Ministerio
de Agricultura y Tierras (MAT) para aumentar en el 33% la superficie sembrada, activando productivamente
mas de 540 mil hectáreas, a través del apoyo técnico, financiero, logístico y la construcción de
infraestructura (riego, almacenaje y transporte)53; 8) estatización de empresas estratégicas de telefonía,
electricidad, siderurgia y cemento, además de un importante banco.
Estos ocho dispositivos han permitido que, desde 2004, el PIB no petrolero haya crecido a tasas
significativamente más elevadas que el PIB petrolero, evidenciando el impacto positivo de las
sociales. Pareciera importante que sus orientaciones ganaran cuerpo y sus líneas de acción fueran más concretas, así
como se hizo en el Plan anterior.
52 Sumando las reversas internacionales del BCV con el Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM) y el FONDEN,
el monto supera los 55.000 millones de dólares.
53 Dichas informaciones fueron suministradas por el Ministerio de Planificación y Desarrollo (MPD) en el documento
“Logros Económicos”, publicado en abril de 2008 y disponible en la página web del Ministerio de Comunicación e
Información (MINCI).
24
exportaciones de petróleo sobre las actividades no relacionadas directamente con el crudo. Mientras en el
segundo trimestre de 1999 el PIB no-petrolero significaba el 70,5% del PIB total, hoy representa el 76,4%.
En el mismo período, la participación del PIB petrolero en el PIB total fue reducida del 20,1% para el 12,0%.
Esa caída en la participación relativa del PIB petrolero en el PIB es resultado de: 1) el mantenimiento de los
niveles de producción petrolera (actividades de extracción y refino) y 2) la activación de los sectores no
petroleros, es decir, los recursos del sector petrolero de la economía han sido utilizados para estimular
paulatinamente la superación de la economía petrolera. El proceso de transformación estructural en
marcha en Venezuela demuestra que el país alcanzó su soberanía política y ahora camina rumbo a su
independencia económica.
En total, entre el cuarto trimestre de 2003 y el tercer de 2008, el país acumuló 20 trimestres de
permanentes alzas (cinco años de aceleración continua), a un promedio del 10,9%. Aunque durante los
últimos siete trimestres, desde el inicio de 2007, el ritmo de crecimiento de la economía haya disminuido
un poco (para un promedio del 7,2%), el actual nivel puede ser considerado alto. Acaso el país mantuviera
ese compás, dentro de diez años la economía sería más que el doble de la actual.
PIB por clase de Actividad Económica (1998-III trim2008) 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008*
Producto Interno Bruto (PIB) 0,3 -6,0 3,7 3,4 -8,9 -7,8 18,3 10,3 10,3 8,4 5,6
Actividad petrolera 0,3 -3,8 2,3 -0,9 -14,2 -1,9 13,7 -1,5 -2,0 -4,2 4,1
Actividad no petrolera -0,1 -6,9 4,2 4,0 -6,0 -7,4 16,1 12,2 11,7 9,5 5,9
Minería -7,5 -12,1 15,3 2,8 4,3 -4,4 14,2 3,0 4,5 2,0 0,4
Manufactura -1,4 -10,1 5,1 3,7 -13,1 -6,8 21,4 11,1 9,7 7,2 2,0
Electricidad y agua 0,5 -2,2 4,7 4,8 2,1 -0,5 8,5 11,2 5,8 2,4 3,6
Construcción 1,4 -17,4 4,0 13,5 -8,4 -39,5 25,1 20,0 35,6 13,3 7,6
Comercio y servicios de reparación -1,5 -5,4 5,7 4,6 -13,6 -9,6 28,6 21,0 19,1 16,9 5,4
Transporte y almacenamiento -5,2 -15,3 12,5 -1,3 -10,4 -8,0 24,6 14,7 10,0 13,5 3,5
Comunicaciones 8,2 3,6 2,1 8,1 2,5 -5,0 12,9 22,4 23,2 20,0 21,3
Instituciones financieras y seguros 0,2 -15,2 -0,7 2,8 -14,5 11,9 37,9 36,4 43,9 17,0 -5,2
Servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler 0,7 -4,7 0,8 3,5 -0,7 -6,0 11,1 7,9 8,3 6,6 3,2
Serv. comunitarios, soc. y personales y
produc. de serv. priv. no lucrativos 0,3 -1,7 0,9 2,1 0,1 -0,3 9,4 8,2 16,5 10,9 9,1
Produc. servicios del Gobierno General -0,6 -4,8 2,8 2,5 -0,4 4,9 11,1 8,0 3,9 5,0 4,4
Resto 1/ 3,0 0,5 5,2 1,8 -1,0 -2,9 7,2 12,6 1,9 5,1 5,4
Menos: Sifmi 2/ -2,2 -16,9 -3,3 8,3 -14,1 17,5 38,0 37,9 42,7 15,2 -10,3
Impuestos netos sobre los productos 3,7 -3,0 2,7 7,5 -20,4 -22,5 53,2 17,8 19,8 16,9 5,1
1/ Incluye: Agricultura privada, Restaurantes y hoteles privado y Actividades diversas públicas.
2/ Servicios de intermediación financiera medidos indirectamente.
Ha sido muy significativa la aceleración del PIB manufacturero –la industria transformadora– entre
2004 y 2008. A partir del segundo trimestre de 2005, la actividad manufacturera superó el PIB petrolero por
primera vez desde 1997, fecha de inicio de la serie estadística del BCV analizada. La activación es verificada
especialmente en los consistentes aumentos del consumo de electricidad, en las ventas de vehículos,
cemento, productos largos para la construcción civil, arena, piedras, ladrillo, hierro, acero y aluminio, entre
otros. Dentro de la industria manufacturera, las ramas de actividad económica que más han crecido fueron:
elaboración de alimentos, bebidas y tabaco, cuero y calzado, edición e impresión, elaboración de prendas
de vestir, minerales no metálicos, cauchos y productos plásticos, fabricación de vehículos automotores,
remolques y semi-remolques, y fabricación de maquinarias y equipos.
La participación de la manufactura en el PIB total (promedio de los últimos cuatro trimestres), que
había sido comprimida hacia el 14,7% durante el “sabotaje petrolero”, en septiembre de 2008 llegó al
25
16,2%. Dichos resultados deben mejorar todavía más cuando se hagan sentir plenamente los impactos de
tres importantes medidas gubernamentales dirigidas al impulso de las empresas privadas nacionales
responsables por la industria de transformación: el proyecto “Fábrica Adentro” del MILCO, el “Decreto para
el suministro de materias primas e insumos básicos al sector transformador nacional” del MIBAM y el “Plan
Siembra Petrolera”, de PDVSA54. El gobierno y el sector privado han estrechado lazos, con el objetivo de
reactivar unidades productivas que habían sido paralizadas durante los años ochenta (crisis de la deuda
externa), años noventa (desindustrialización neoliberal) y años 2002-2003 (golpe de Estado y sabotaje
petrolero).
Fruto de ello, se ha notado el incremento de las inversiones, así como de las importaciones de
bienes de capital, desde 2003. Eso es muy evidente cuando se analiza la formación bruta de capital fijo
(FBKF) –la inversión en la economía como porcentaje del PIB– que engloba los gastos para construcción,
adquisición y puesta en funcionamiento de bienes de capital orientados a la formación de activos fijos,
nuevas construcciones, instalación de maquinarias y equipos. Si durante el paro petrolero, la FBKF llegó a
menos del 15% del PIB, hoy está cerca de los 30%. En este momento, muy pocos países están invirtiendo
con tanta magnitud. Según la CEPAL, la tasa de inversión promedio en América Latina es del 20% del PIB,
insuficiente para garantizar el crecimiento económico y mejorar las condiciones de vida de la población. Es
decir, Venezuela supera con creces ese porcentaje, debido al aumento de las inversiones públicas y
privadas.
La relación entre las importaciones y los precios internos ha mantenido el tradicional
comportamiento sube y baja de un balancín: para satisfacer el fuerte crecimiento de la demanda interna, el
gobierno ha recurrido a las compras del exterior. Como resultado del crecimiento económico se ha
verificado un enérgico incremento de la demanda interna: el 82,5% en los últimos cinco años. Sin embargo
mucho más importante ha sido el esfuerzo para impulsar la oferta doméstica y para disminuir la oferta
externa. En el mismo período, el crecimiento de la oferta doméstica acumuló un alza del 57,9%, impacto
directo de la reactivación del aparato industrial y del aumento de las inversiones en nuevas unidades
productivas. Sobre ese tema, afortunadamente sigue viva la preocupación frente al clásico problema de las
economías subdesarrolladas y mono-exportadoras de productos primarios: es natural que un país
relativamente poco industrializado aumente sus importaciones en un momento de fuerte entrada de
divisas, como el actual. Por lo demás, con el alza de las exportaciones petroleras, la demanda interna tiende
a crecer a un ritmo mucho más intenso que la capacidad de respuesta de la oferta doméstica, presionando
54 Según PDVSA (2008, p.10), dicho plan contempla inversiones superiores a los 78 mil millones de dólares entre los
años 2007 y 2012. Este posee siete ejes: Proyecto Magna Reserva, Faja Petrolífera del Orinoco, Producción en áreas
tradicionales, Desarrollo de Gas cuesta afuera (Plataforma Deltana, Complejo Industrial Gran Mariscal de Ayacucho –
CIGMA y Rafael Urdaneta), Aumentos y mejoras en refinación, Comercialización de crudos y productos, e
Infraestructura (gasoductos con el Sur, los Andes y el Caribe). Durante el Mensaje Anual a la Nación, el mandatario
hizo referencia a un Plan de Inversiones “bastante ambicioso” para los próximos cuatro años: “100 mil millones de
dólares de inversión no petrolera para el desarrollo, mientras la inversión petrolera se eleva a 125 mil millones de
dólares. Eso suma 225 mil millones de dólares entre los años 2009 y 2013” (Chávez, 2009, p.117). Dichos montos
contemplan la ejecución de 202 proyectos, 81 de ellos asociados al sector de hidrocarburos.
26
el incremento de los precios. Al mismo tiempo, el fuerte ingreso de divisas petroleras estimula la
sobrevaluación de la tasa de cambio real y provoca aún más el aumento de las importaciones.
Desde una mirada superficial, el cambio fijo de Venezuela desde 2003 y los actuales índices de
inflación superiores al 25% anual solo hacen estimular la sobrevaluación real de la tasa de cambio. Sin
embargo, el verdadero problema no es si existe o no la “enfermedad holandesa”, sino que la
sobrevaluación de la tasa de cambio ha sido utilizada para empujar el proceso de industrialización,
facilitando las importaciones de bienes de capital e intermediarios. Es decir, en realidad, a través del
rescate del control estatal sobre sectores estratégicos de la economía, del esfuerzo por conectar los
sectores productivos internos, de la mejor distribución de la renta petrolera y de la efectiva recaudación de
tributos, entre otras importantes medidas, el actual gobierno está combatiendo los problemas
estructurales de Venezuela. El cambio sobrevaluado no representa un riesgo inmediato y no hay necesidad
de una devaluación forzosa. Weisbrot y Sandoval (2008, p.5) afirman que “el gobierno es reacio a devaluar,
debido a que eso aumentaría la inflación. Dado que existen controles sobre el tipo de cambio y el gobierno
cuenta con un gran superávit en cuenta corriente, no hay nada que pudiera obligar a una devaluación en el
futuro cercano. Debido a su gran superávit en cuenta corriente, sus grandes reservas en moneda
extranjera, y a que la deuda externa del país es pequeña, el gobierno dispone de diversas herramientas
para estabilizar y reducir la inflación sin tener que sacrificar el crecimiento de la economía”.
Desde 2003, las importaciones han crecido más del 330%, mientras las exportaciones han
aumentado el 154%. En 2007, las importaciones totales alcanzaron los 45,5 mil millones de dólares, el
72,5% de los 62,7 mil millones obtenidos con las exportaciones petroleras (hasta septiembre de 2008, con
el aumento de las exportaciones petroleras y la sutil disminución de las importaciones totales, ese
porcentaje fue reducido para el 43,3%). Es conveniente profundizar ese análisis, con base en los datos del
BCV: 1) La participación de las importaciones totales en las exportaciones petroleras alcanzó el 136,3% en
1998, el 87,7% en 2001 y el 55,4% en 2006 (es decir, ha caído hasta empezar la crisis de escasez, generada
por el desabastecimiento y el acaparamiento en 2007 –es posible verificar esa caída en el gráfico a
continuación);
Importaciones totales como porcentaje de las Exportaciones Petroleras - Venezuela BCV (1997-2008*)
0%
40%
80%
120%
160%
I 97
II 97
III 97
IV 97
I 98
II 98
III 98
IV 98
I 99
II 99
III 99
IV 99
I 00
II 00
III 00
IV 00
I 01
II 01
III 01
IV 01
I 02
II 02
III 02
IV 02
I 03
II 03
III 03
IV 03
I 04
II 04
III 04
IV 04
I 05
II 05
III 05
IV 05
I 06
II 06
III 06
IV 06
I 07
II 07
III 07
VI 07
I 08
II 08
III 08
y 2) Las importaciones de bienes terminados (para consumo final), que en 2000 llegaron al 38,0% del total
importado, en diciembre de 2007 representaron el 24,1%. El promedio entre 1997 y 2002 fue del 28,0%. En
el mismo período, la compra de productos intermediarios también ha sufrido importantes reducciones: del
64,6% del total importado en 1997 para el 43,6%. El promedio entre 1997 y 2002 fue del 54,6%. No
27
obstante, lo más significativo es verificar las importaciones de bienes de capital (maquinarias y equipos):
representaron el 11,1% del total importado en 2000 y actualmente suman el 32,2%. El promedio entre
1997 y 2002 fue del 17,5%. Se ha utilizado el año 2002 como marco divisorio debido a la aplicación del
control de cambio a partir del año 2003.
El grafico abajo demuestra la variación trimestral de las tres modalidades de importación: desde
2004, el ritmo de crecimiento de las compras de bienes de capital (línea escura continua) ha superado el
ritmo de crecimiento de las demás hasta fines de 2007. Hasta septiembre de 2008 se observan algunos
cambios en ese cuadro: las importaciones de bienes terminados (para consumo final) aumentaron un poco,
hacia 27,1%; las compras de bienes de consumo intermedio aumentaron para un 49,3% y las importaciones
de bienes para la Formación Bruta de Capital Fijo disminuyeron un poco, hacia el 23,7%. Pese a eso, está
claro que, entre los años 2004 y 2007, además de comprar bienes de consumo –para satisfacer la creciente
demanda interna, sanar el desabastecimiento y frenar la inflación–, el país ha invertido sus recursos en la
obtención de maquinarias, componentes y equipos que posibiliten el proceso de industrialización soberana
en marcha. Aunque los resultados sean satisfactorios, es imprescindible intensificar aún más ese proceso –
parcialmente paralizado durante el año 2008.
Variación trimestral de las importaciones de Venezuela - Promedio móvil 4 trimestres (2003-2007) Fuente: BCV
-60%
0%
60%
120%
II 03
III 03
IV 03
I 04
II 04
III 04
IV 04
I 05
II 05
III 05
IV 05
I 06
II 06
III 06
IV 06
I 07
II 07
III 07
VI 07
I 08
II 08
III 08
Consumo Final Consumo Intermedio Formación Bruta de Capital Fijo
Aparte de eso, pese al aumento de las importaciones, han sido crecientes los superávit comerciales
(expresados en millones de dólares): 22.647 en 2004, 31.708 en 2005, 32.712 en 2006, 23.702 en 2007
(peor resultado desde 2003, debido a las importaciones de emergencia frente a la especulación y el
acaparamiento) y 49.393 hasta septiembre de 2008. Afianzando la fortaleza de la economía, el saldo
positivo en cuenta corriente ha demostrado resultados similares: acumuló casi 100 mil millones de dólares
en los últimos tres años y medio. Al mismo tiempo, se ha verificado creciente déficit en la cuenta de capital
y financiera, lo que expresa la salida de capitales del país. Los montos, en millones de dólares, fueron: -
9.243 en 2002, -5.558 en 2003, -11.116 en 2004, -16.400 en 2006, -19.147 en 2007 y -36.514 hasta
septiembre de 2008 (dichos resultados han ocasionado déficit global en la balanza de pagos durante el año
2007). Tradicionalmente, el resultado negativo en la cuenta de capital y financiera ha sido generado por el
drenaje de recursos hacia fuera del país, impulsado por empresas privadas nacionales o extranjeras. Sin
embargo, hoy día no se trata solamente de eso: el déficit también ha sido concebido por el propio sector
28
público55. Hace algunos años, el Estado venezolano ha pasado a invertir y adquirir activos en el exterior,
sobre todo en América Latina y el Caribe (títulos de la deuda pública, inversiones en la participación
accionaria de plantas industriales o apoyos financieros a unidades productivas de propiedad binacional), lo
que se expresa en la balanza de pagos con el signo negativo, como salida de capital.
Otro dato relevante es que las exportaciones de petróleo han aumentado su participación en el total
exportado y en 2007 representaron el 88,3%, tocando el 92,4% en el tercero trimestre de 2008. Hay por lo
menos dos motivos muy claros para ese incremento: 1) El alza de los precios internacionales del barril han
aumentado la participación relativa de las exportaciones petroleras en el total exportado y 2) La decisión
deliberada del gobierno venezolano de restringir las exportaciones primarias y garantizar el suministro de
esos productos (principalmente aluminio, hierro, acero, madera, cemento, metanol, urea, pescados,
plástico y madera) a los productores nacionales ha encogido la participación relativa de las exportaciones
no petroleras en el total exportado. Pese al fuerte incremento de los precios de algunas commodities entre
2005 y 2007, las exportaciones no petroleras de Venezuela se mantienen cercanas a los 8,5 mil millones de
dólares (solamente un 7,8% del total exportado). Continuando esa tendencia, hasta el tercero trimestre de
2008 dichas ventas fueron de 6,5 mil millones de dólares. Es posible plantear que un 100% de algunos de
esos insumos fuesen destinados al sector transformador venezolano; el país no tiene la necesidad urgente
de exportarlos. Es decir, las exportaciones de petróleo podrían financiar el fortalecimiento del mercado
interno y, además, garantizar la conservación de los yacimientos de bauxita, hierro, oro, carbón, madera,
etc.56.
Respecto a la inflación, en 1999, el IPC acumulado en diciembre fue del 20,0%. En 2000 y 2001, años
en que la economía creció, fue reducido para el 13,4% y el 12,3%, respectivamente. En el 2002, debido al
Golpe de Estado, los sabotajes y conspiraciones contra la economía nacional, disparó para el 31,2%. En el
2003, también como resultado de los complots y del paro petrolero, fue del 27,1%. En el 2004, año
marcado por el elevado crecimiento de la economía, la inflación cayó para el 19,2% y en el 2005 bajó a
menos del 14,4%57. La reducción de esos dos años está asociada al aumento de la producción industrial, al
55 Es posible que parte de esos déficits en la cuenta de capital puedan ser justificados –sobre todo en el período más
reciente– por los voluminosos pagos de indemnizaciones por parte del Estado a las empresas nacionalizadas, muchas
de ellas con sede fuera de Venezuela.
56 Obviamente la cuestión laboral, prioritaria en ese momento del proceso, debe ser tomada en cuenta. Además,
existen las cuestiones de política internacional. Y, finalmente, existen los contratos internacionales –la mayoría
firmados antes de 1999– que obligan Venezuela a mantenerse como suministradora segura de productos primarios e
insumos básicos a grandes transnacionales, aunque eso signifique un tremendo retraso el actual proceso venezolano
de industrialización.
57 Lo que genera el aumento de los precios no es obligatoriamente el aumento de la cantidad de dinero circulante,
sino las propias distorsiones de la economía: baja integración de los sectores productivos; presencia monopólica u
oligopólica en la producción, distribución y circulación de mercancías; mala distribución de la renta; alza de los precios
de las importaciones; y desequilibrio entre la demanda interna y la capacidad productiva nacional. Para Weisbrot y
Sandoval (2008, pp.20-22), hay cuatro puntos importantes: 1) no hay consenso en la investigación macroeconómica
sobre cuánto puede subir la inflación sin impactar negativamente al crecimiento; 2) los índices de inflación de dos
dígitos en un país como Venezuela no pueden compararse con un fenómeno similar en Europa o Estados Unidos; 3) la
inflación registrada en Venezuela desde mediados de los años ochenta hasta finales de los noventa era mucho más
alta que hoy; y 4) es el crecimiento real de los ingresos, y el empleo, lo que impacta directamente sobre el nivel de
29
apoyo a pequeños y medianos productores agrícolas –a través de créditos, instalaciones de
almacenamiento, silos, frigoríficos, medios de transporte–, a la supresión de intermediarios, al combate a
monopolios privados, al control de precios sobre más de doscientos productos básicos a partir del 2003 y al
establecimiento de 15.726 mil Mercados de Alimentos (Mercal) en todo el territorio nacional. Dicho
programa, que vende productos hasta el 40% más barato, alcanzó cerca de 15 millones de consumidores,
ganando muchos adeptos incluso en la clase media.
Indice de Precios al Consumidor de Venezuela (Inflación Acumulada 12 meses) - 1999-2008 - BCV
8%
20%
32%
jan/99
ago/99
mar/00
out/00
mai/01
dez/01
jul/02
fev/03
set/03
abr/04
nov/04
jun/05
jan/06
ago/06
mar/07
out/07
mai/08
dez/08
En el grafico anterior, se expone el IPC-AMC, más específicamente la inflación acumulada 12 meses:
queda muy evidente la reducción del aumento de precios entre 1999 y los primeros meses de 2002, así
como la explosión de los años 2002 y 2003. Conforme se ha analizado en párrafos anteriores, los precios
cayeron de forma permanente entre abril de 2003 y junio de 2006, fecha en la cual volvieron a subir hasta
mediados de 2007. Durante algunos meses, sobre todo debido al marcado aumento de las importaciones,
la inflación ha sido parcialmente reducida. Sin embargo, a partir de octubre de 2007 otra vez ha ganado
fuerza e intensidad. Dicha tendencia continuó hasta septiembre de 2008, cuando alcanzó un nivel
equivalente al de los períodos de golpe de Estado y sabotaje petrolero. A partir de octubre la inflación ha
empezado a bajar de forma muy sutil: el índice acumulado en los últimos 12 meses (entre enero de 2008 y
diciembre de 2008) fue del 30,9%58.
Pese a esa tenue caída, notoriamente existe un nuevo intento de desestabilizar el proyecto
bolivariano a través de la tradicional disputa por el control de la economía. El gobierno ha hecho un
esfuerzo para enfrentar ese problema con herramientas distintas a la tradicional política de los
economistas ortodoxos. Para Miraflores la prioridad ha sido el crecimiento y el desarrollo, no el puntual
control de la inflación como principal meta. Además, correctamente se ha interpretado la inflación desde el
punto de vista estructural. Por otro lado, en otros medios “menos políticos y más técnicos”, el tema todavía
ha generado amplias discusiones. Es que sigue viva la visión liberal ortodoxa. En la batalla contra la
inflación, existen elementos y variables económicas, políticas y sociales, que pueden ser fácilmente
pronosticados. Sin embargo, hay otros que no. ¿Quién puede prever y cómo se puede medir
vida de las personas, no la tasa de inflación en sí. Según dichos autores, “en la medida que el gobierno dispone de una
cuenta corriente favorable [20.001 millones de dólares en 2007 y 44.325 millones de dólares hasta septiembre de
2008], reservas internacionales sólidas y holgada capacidad de solicitar crédito, tiene la posibilidad de contener y
hacer retroceder la inflación sin recurrir a una abrupta desaceleración del crecimiento económico”.
58 Según la CEPAL (2008), “entre enero y octubre el INPC –nuevo índice creado en 2008– se elevó un 24,7% con
relación a diciembre de 2007, impulsado por un mayor incremento de los precios de alimentos y bebidas, restaurantes
y hoteles, y servicios médicos y hospitalarios”.
30
numéricamente el impacto generado por un golpe de Estado, un sabotaje económico antinacional o el
acaparamiento de productos básicos?59 Por eso, la lucha contra la inflación en Venezuela ha sido un tema
especialmente complejo, que exhibe de forma muy evidente la dificultad de una nación desenrollarse del
esquema de la dependencia y también la necesidad de ingeniarse providencias propias, que sean
adoptables a la realidad específica del país. Pese a la postura del gobierno venezolano de adoptar el
desarrollo endógeno como meta, todavía existen directivos de entes públicos que defienden el aumento de
las tasas de interés, la reducción de los gastos públicos y de los créditos populares como forma de detener
la inflación. Sería infantil exigir que el pensamiento dominante, procedido de los países hegemónicos y tan
profundamente asimilado durante siglos por las élites periféricas, desapareciera de manera repentina. La
marcha hacia la emancipación es muy larga.
Examinando lo que se ha hecho, es posible decir que el gobierno venezolano ha tratado de controlar
la inflación sobre todo a través de tres acciones: 1) El esfuerzo orientado hacia el aumento de la producción
(oferta) nacional. Venezuela está produciendo a plena capacidad. Sin embargo, debido a su estructura
productiva distorsionada, una economía históricamente importadora, la producción nacional no ha logrado
satisfacer toda la demanda –que de paso ha crecido mucho, con la incorporación de importantes sectores
populares y también de la clase media al mercado consumidor; 2) el uso de las importaciones para cubrir la
creciente demanda interna. Si el país no cuenta con una estructura productiva capaz de suministrar los
bienes que su población requiere diariamente, y cada día más, lo único que puede hacer es importar y, lo
que ha hecho al mismo tiempo, estimular la producción nacional. Las compras del exterior –conforme se ha
verificado anteriormente– han crecido bastante; priorizando los bienes de capital, maquinarias y equipos.
Pero –para satisfacer la demanda y frenar la inflación– también se ha importado inmensa cantidad de
alimentos, bebidas, ropas, zapatos, etc. En ese punto, es muy natural concluir que las compras en el
exterior, por lo menos en el corto y mediano plazo, tienden a dificultar el desarrollo de la industria
venezolana60. Por eso han sido crecientes las intervenciones del MILCO y de CADIVI, tratando de reducir las
importaciones de bienes superfluos y seleccionar productos cuya producción nacional es insuficiente.
Aunque eso represente un duro golpe para la lógica liberal, un Estado soberano debe reservarse el derecho
59 En abril de 2008, el presidente del Instituto Nacional de Defensa del Consumidor y el Usuario (INDECU), Eduardo
Samán, aseguró que las dificultades de abastecimiento eran resultado de un problema político, generado por los
sectores opositores: por un lado, dejan de producir o exportan su producción; por otro, esconden mercancías y
especulan con los precios de alimentos (sobre todo arroz, leche, harina y azúcar, productos fundamentales en la dieta
diaria de los venezolanos). Además, garantizó que el acaparamiento sería combatido con toda la fuerza del Estado.
Poco tiempo después, en mayo, se promulgó la Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y
Servicios y se cambió la denominación de INDECU para Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los
Bienes y Servicios (INDEPABIS).
60 En ese sentido, la incorporación de Venezuela al MERCOSUR debe tener como eje central el fortalecimiento de su
proceso de industrialización. En mayo de 2008 nació la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), que representa
un gran progreso con relación a las perspectivas de integración del MERCOSUR y la CAN. El gobierno venezolano,
rescatando el pensamiento de Simón Bolívar, ha sido el principal impulsor de ese proceso desde 1999. Sobre el avance
de la integración regional, se considera fundamental la lectura de los trabajos de Sanná Pinto (2008) y Padula (2008),
quienes critican la visión comercial de la integración así como las tesis del “Regionalismo abierto” de la CEPAL y del
“Nuevo regionalismo” del Banco Mundial.
31
de controlar sus reservas internacionales y estimular su industria, a través de mecanismos como la
restricción o prohibición de la importación de determinados bienes. Se trata de un principio elemental,
practicado hace siglos por todos los Estados que buscan desarrollarse internamente y alcanzar niveles
superiores de vida para su población; y 3) la emisión de bonos –esterilización del exceso de moneda
nacional en circulación.
Analizando el mercado laboral se verifica que entre junio de 1999 y diciembre de 2008, la PEA ha
aumentado un 25,0%, de 10.256.819 para 12.824.626 personas, es decir, en 2.567.807 ciudadanos. Durante
el mismo período el número de ciudadanos empleados aumentó de 8.659.846 para 12.041.709 (el 39,1%).
Conjuntamente, ha sido muy expresiva la mejora en la calidad de los empleos: en los últimos seis años la
participación del sector formal de la economía ha crecido el 8,1%, representando actualmente más del
56,8% de los ocupados; a fines de 2002 sumaba el 48,7%. Observando detalladamente, se nota que la
inmensa mayoría de los nuevos empleos, el 72,2%, fueron creados en los sectores servicios, transportes,
comercio y establecimientos financieros, el 13,7% en construcción civil y el 8,2% en la industria. A su vez, el
número de desempleados cayó de 1.596.973 para 782.917 (reducción del -51,0%). Las personas sin empleo
representaban en diciembre de 2008 el 6,1% de la PEA, mucho menos que el 15,6% de 1999. Otro
elemento fundamental para disminuir el desempleo fue el incremento de la población inactiva: de
5.049.386 para 6.780.854 (el 34,3%), expresando que un gran número de personas en edad de trabajar (15
años o más) ha salido del mercado laboral para, por ejemplo, dedicarse a los estudios, jubilarse o recibir la
pensión. De hecho, entre 1998 y 2008 el número de pensionados aumentó el 215,4%, de 387.007 personas
para 1.220.685 personas (Venezuela, 2008, p.18). En el gráfico abajo es posible observar la caída del
desempleo entre abril de 2003 y diciembre de 2008.
Desempleo mensual en Venezuela - (1999-2008) - Fuente: INE
6,7
19,8
15,2
5
10
15
20
jan/ 99
ago/99
mar/00
out/00
mai/01
de z/01
jul/02
fev/03
set/03
abr /04
nov/04
jun/05
jan/06
ago/06
mar/07
out/07
mai/08
de z/08
Paralelamente al aumento del empleo y del sector formal, entre 1999 y 2008, el salario mínimo ha
crecido un 88,0%, de 197,7 dólares para 371,7 dólares, ubicándose como el más alto de América Latina. Se
ha tratado de demostrar que si bien existen avances considerables en los últimos diez años, esos progresos
no han sido lineales. Las sugeridas etapas de la economía venezolana durante los últimos diez años
exponen el carácter zigzagueante de algunas variables. Pese a ello, es posible constatar que ha habido una
gradual y progresiva conversión del crecimiento económico en desarrollo económico y social.
El gasto público en educación durante el gobierno Chávez es un 60% más elevado que el promedio
de los años noventa. En el 2007, fue un 160% mayor que en 1996, sin contabilizar las masivas inversiones
en los programas sociales del área educacional: Misión Robinson I (1.568.746 de alfabetizados a través del
32
método cubano ‘Yo sí puedo’), Misión Robinson II (427 mil graduados), Misión Ribas (510 mil concluyeron
el bachillerato), Misión Sucre (240 mil nuevos universitarios). Según el Ministerio de Planificación y
Desarrollo (Venezuela, 2008, p.11), hay 1.169.398 venezolanos que estudian en Misiones educativas. A su
vez, el gasto público en salud es un 64% mayor que el promedio de la década neoliberal y un 185% superior
al de 1996, igualmente sin contabilizar los proyectos sociales en el área (Barrio Adentro y Misión Milagro,
ambos con apoyo de Cuba), que acumulan millones de beneficiados en Venezuela y miles en otros países
de Latinoamérica. Como resultado de la presencia de los médicos en los barrios, las vacunaciones masivas,
las consultas prenatal y la mejoría del sistema público de salud, entre 1998 y 2006, la tasa de mortalidad
infantil antes de completar un año ha caído un 35%, de 21,4 para 13,9 por cada mil nacidos (Venezuela,
2008a, pp.32-36).
Pese a las limitaciones de los indicadores socio-económicos para medir la realidad –sobretodo si la
coyuntura está en plena transformación–, según datos del INE, la pobreza continúa disminuyendo: si en
1996 era del 75,5% de la población, en 1999 estaba en el 48,7%, en 2003 llegó al 62,1% y hoy es del 33,4%.
A su vez, la pobreza extrema (miseria), en el mismo período, cayó del 23,4% para el 20,1%, creció hacia el
29,8% (paro petrolero) y llega hoy al 9,4% (Venezuela, 2008, p.32). Hay dos puntos sugeridos por Weisbrot
y Sandoval (2008, p.15): 1) las condiciones de vida de los más pobres ha mejorado más que lo indicado por
el índice oficial, que solamente mide los ingresos monetarios efectivos; y 2) el nivel de pobreza actual sería
aún más bajo en Venezuela si no fuera el desgaste suscitado por las conspiraciones de 2002 y 2003.
Además de los resultados presentados, Venezuela es uno de los países que más avanzan en el
cumplimiento de las modestas “Metas del Milenio”, fijadas para el año 2015. Según se verifica al analizar el
Índice de Desarrollo Humano (IDH), utilizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), la situación en Venezuela ha mejorado bastante durante los últimos diez años. El IDH, que oscila
entre 0 y 1 –0 significa mínimo desarrollo y 1 representa el máximo–, es conformado por un conjunto de
variables, como las tasas de alfabetización, de escolaridad, de salud y de esperanza de vida al nacer. El
último resultado divulgado por el PNUD, referente al año 2006, demuestra que en Venezuela el IDH se
ubicó en 0,826, mientras en 2004 fue de 0,810 y en 2000 fue de 0,776. Es muy interesante observar en los
datos del PNUD que el IDH de Venezuela ha crecido mucho más que el de otros países exportadores de
petróleo. Otra información muy importante: el Informe de Desarrollo Humano 2007-2008 del PNUD
demuestra que, entre 1975 y 1980, período de intensa bonanza petrolera, el IDH de Venezuela aumentó
solamente de 0,723 para 0,737. Dichos comentarios fortalecen la argumentación según la cual el país ha
frenado el drenaje de recursos petroleros hacia el exterior, utilizando la renta del petróleo para invertirla,
sembrarla, internamente61.
En noviembre de 2008, ocurrieron los comicios regionales en Venezuela: en 22 de las 23
61 El coeficiente Gini, que mide la distribución de los recursos en una sociedad, oscila entre 0 y 1. El Gini 1 significaría
que un único individuo (el más rico) recibe todos los recursos, mientras que los demás no reciben nada. A su vez, el
Gini 0 representa la perfecta igualdad. Es decir, cuanto más cerca de 0 mejor la distribución de renta. Según el INE
(2008), en Venezuela, el indicador Gini ha caído de 0,4865 en 1998 para 0,4200 en 2007.
33
gobernaciones (en el estado Amazonas, donde no hubo elecciones, el gobernador es del partido PPT) y en
las 327 alcaldías. Es posible decir que las elecciones confirmaron la amplia supremacía de las fuerzas
bolivarianas. Aunque el voto continúe siendo optativo, no obligatorio, el sufragio presentó un bajísimo
índice de abstención, uno de los menores de la historia de las disputas regionales: menos del 35% de los
16.699.576 inscritos en el registro electoral, reforzando la idea de “democracia participativa y protagónica”.
Los resultados divulgados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) demuestran que el mapa nacional
continúa “teñido de rojo”, ahora con el PSUV como principal agremiación: ganó en 17 de los 22 estados en
disputa (un 77,3% del total) y en 265 de las 327 alcaldías (un 81,0% del total). La base de apoyo al
presidente Chávez superó los 5,7 millones de votos62. A su vez, la oposición ha conservado el poder en las
gobernaciones de Nueva Esparta y Zulia, además de haber conquistado los importantes estados Miranda,
Carabobo y Táchira (los últimos dos por una margen muy pequeña de votos), así como la Alcaldía
Metropolitana de Caracas63.
Pese a los tropiezos, el resultado expone una amplia victoria de Hugo Chávez y las fuerzas nacionales.
A partir de ahora, entre 2009 y 2012, se espera que el Ejecutivo Nacional cuente con gobernadores y
alcaldes todavía más comprometidos con el proceso de transformaciones estructurales, que trabajen en la
efectiva aplicación de los proyectos gubernamentales y las políticas del “Plan Simón Bolívar”. Por ese
motivo, se prevé el comienzo de una fase todavía más intensa de la marcha rumbo al socialismo.
Uno de los primeros acontecimientos posteriores al triunfo fue el rescate de la discusión sobre la
reelección presidencial. El articulo 230 de la Constitución de 1999 prevé: “El periodo presidencial es de seis
años. El presidente o presidenta de la República puede ser reelegido o reelegida de inmediato y una sola
vez para un nuevo periodo”. Recientemente, la Asamblea Nacional aprobó y el Consejo Nacional Electoral
convocó un referendo popular para la aprobación o no de una Enmienda Constitucional. En medio a las
discusiones, la propuesta fue ampliada, abarcando la posibilidad de reelección también para gobernadores,
62 El presidente Chávez obtuvo 7,3 millones en las elecciones presidenciales de 2006 y 4,4 millones en el Referendo de
la Reforma Constitucional en 2007. Analizando superficialmente, se concluye que cerca de 1,6 millón de personas que
votaran por Chávez en 2006 no votaron por sus candidatos en 2008. Sin embargo, son muchas las diferencias entre las
elecciones presidenciales, regionales y el Referendo. Por un lado, es evidente que la abstención tiende a ser mucho
más pequeña en las primeras. Por lo demás, en las elecciones presidenciales se expresa efectivamente el apoyo o el
repudio a un candidato, mientras que en las demás, dichas voluntades no se reflejan de forma clara y absoluta. En los
recientes comicios regionales, por ejemplo, puede ser que los ciudadanos no hayan logrado asociar un determinado
candidato del PSUV con Chávez y con los logros de la Revolución. Es decir, hay estados y municipios en los cuales el
PSUV perdió la elección sin que eso signifique que Chávez perdería si fuera candidato. Otra conclusión muy
significativa es que la oposición (UNTC y MPJ, acompañados por lo que queda de AD, COPEI, URD, MAS, Causa Я y
PODEMOS) ha mantenido más o menos el mismo número de votos en los últimos procesos electorales (4,3 millones
en 2006 y 4,5 millones en 2007). Vale decir que, sobre todo en el interior del país, hubo centenares de miles de votos
que no fueron ni para el núcleo alrededor del PSUV ni para dicha oposición, sino para partidos marginalizados –que
han operado de forma aislada.
63 Cabe resaltar, como forma complementar, seis puntos: 1) el ex-vicepresidente de la República y actual gobernador
Diosdado Cabello fue derrotado en el estado Miranda por Henrique Capriles Radonski (ex-COPEI); 2) el ex-ministro
Aristóbulo Istúriz perdió las elecciones de la Alcaldía Mayor para Antonio Ledezma (ex-AD); 3) el ministro Jesse Chacón
fue derrotado en la popular parroquia Petare para un candidato del partido Primero Justicia (ambos obtuvieron
mucho menos votos que la abstención); 4) un 55,3% de los votos totales de la oposición provienen de los estados
Zulia, Carabobo, Miranda y Caracas; 5) los estados Zulia y Táchira tienen por lo menos 700 kilómetros de frontera con
Colombia; y 6) Manuel Rosales ganó con un 60,0% la alcaldía de Maracaibo, que era gobernada por el PSUV.
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alcaldes y diputados (nacionales y regionales). El día 15 de febrero de 2009 –poco antes de la impresión de
ese trabajo–, 16 millones 767 mil 511 venezolanos podrán optar por el “Sí” o por el “No”64. Existen muchos
elementos que apuntan para otra victoria de Chávez y del proceso revolucionario.
Si por un lado, un nuevo triunfo del presidente ampliaría el horizonte de transformaciones
estructurales de Venezuela hacia mucho más allá del año 2013; por otro lado, una derrota pudiera
complicar de forma considerable el avance de la marcha venezolana rumbo a la independencia económica
y al socialismo. Por lo demás, no hay dudas que la interrupción parcial (o, incluso, la disminución del ritmo
de avance) del proceso venezolano golpearía de forma muy dura el actual progreso de la integración
latinoamericana, así como comprometería el desempeño de los procesos emancipadores (similares,
aunque más lentos) llevados a cabo en otros países de la región.
Desde hace algunos meses transcurrieron importantes hechos, tales como la explosión de la fuerte
crisis financiera internacional65 y la victoria de Barack Hussein Obama en las elecciones presidenciales de
Estados Unidos para el periodo 2009-2012. Sin duda el mundo ha cambiado, y mucho, a partir de octubre
de 2008. Pese a su relevancia, esos temas no serán analizados detalladamente en este trabajo. El actual
ambiente es de grave crisis, que por ahora ha impactado sobre todo en Estados Unidos, Europa y Japón. Las
consecuencias más visibles han sido las centenares de miles de exoneraciones de trabajadores y los
paquetes gubernamentales de socorro financiero a bancos y grandes compañías. Los montos de esos
auxilios han alcanzado niveles hasta hoy desconocidos en términos de cifras: miles de millardos de dólares.
Ese desastre ha sido reiteradamente anunciado, resultado de la creciente flexibilización del mercado
financiero y la liberalización de los mercados de capitales de las últimas décadas (y especialmente los
últimos años). Se trata de una crisis del liberalismo económico, crisis de ausencia de regulaciones por parte
del Estado, otra crisis del laissez-faire. Los países latinoamericanos deben aprovechar ese momento para
profundizar su integración y el fortalecimiento de sus mercados internos, a través de políticas económicas
anticíclicas.
Para el año 2009, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado un crecimiento mundial
del 0,5%. Hay quienes adviertan para una caída del PIB mundial. La CEPAL estima que el crecimiento de
América Latina y el Caribe será del 1,9%. Según la Comisión, “el ciclo de bonanza económica llega a su fin en
2008, cuando la región cumple seis años de crecimiento consecutivo. La situación se podría explicar
diciendo que las economías de América Latina y el Caribe están en 2008 ‘volando como un planeador’,
sustentadas en el impulso de años anteriores”. En el caso de la economía venezolana, la expectativa de la
64 La pregunta del referendo es: “¿Aprueba usted la enmienda de los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de la
Constitución de la República, tramitada por la Asamblea Nacional, que amplia los derechos políticos del pueblo, con el
fin de permitir que cualquier ciudadano o ciudadana en ejercicio de un cargo de elección popular, pueda ser sujeto de
postulación como candidato o candidata para el mismo cargo, por el tiempo establecido constitucionalmente,
dependiendo su posible elección, exclusivamente, del voto popular?”
65 Se recomienda la lectura de Fiori, Medeiros y Serrano (2008). Dichos autores asumen una posición crítica a las
teorías y tesis que anuncian una “crisis terminal” del actual sistema mundial, el “colapso del poder estadounidense” o,
incluso, el “fin del capitalismo”. Igualmente es muy oportuno el trabajo de Souza (2001).
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CEPAL es que acumule un alza del 3,0%. Es decir, se espera que en 2009 Venezuela continúe creciendo por
encima del promedio de la región y del mundo. Durante los últimos años, el país ha edificado un colchón
financiero y ha adoptado protecciones, como el control de cambio y de capitales, medidas que serán muy
importantes para enfrentar la nueva situación de crisis internacional.
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